Y siguen los problemas en torno de personajes relacionados con el deporte. Ahora resulta que la Fiscalía General de la República investiga a Ana Gabriela Guevara debido a presunto desvío de recursos durante su gestión al frente de la CONADE, por el orden de casi 280 millones de pesos. Lo anterior fue confirmado por el actual titular de la dependencia Rommel Pacheco y lo hizo en “la mañanera” del viernes para que no haya duda del interés presidencial por el asunto.
Ana ahora de 48 años, (los cumplió el 4 de marzo) es originaria de Nogales Sonora. Sorprendió a principios del dos mil cuando empezó a ser noticia internacional por sus triunfos en atletismo, especialmente en 400 metros “lisos”, es decir sin vallas. Los noticieros daban cuenta de una mexicana que destacaba tanto, que logró records todavía no superados.
Sus hazañas fueron incontables y se volvió común observar en la tele a aquella mujer larga y escasas carnes, envolverse en el lábaro tricolor disfrutando la vuelta olímpica entre ovaciones y aplausos de públicos de lejanos países que reconocían sus dotes de atleta de alto rendimiento. La fama trascendió fronteras y como suele suceder, hasta entonces supimos que México contaba con una gran estrella de las pistas, aunque incomprendida y relegada por las autoridades del ramo, según aseguraba.
Pese a ello la sonorense siguió cosechando éxitos, incluso olímpicos que le merecieron admiración generalizada hasta que cansada del desprecio oficial el 15 de enero de 2008 anunció su retiro. Ese día dijo ante los medios de comunicación: “Me voy asqueada del sistema. Siempre preferí molestar con la verdad que complacer con la mentira y hoy pongo punto final a todo y si no lo hago así, voy a chingar a mi madre”.
Agregó: “triunfé en casi todo el mundo y ahora hay que esperar para ver quien llena mis zapatos, pero habrá de pasar mucho tiempo”. (Pequeña pausa antes de soltar el llanto del puro coraje). Brava y valiente la hembra.
No sabemos la forma y por qué ingresó a la política. Dícese que algo tuvo que ver AMLO. Lo cierto es que de pronto apareció como senadora del PT desempeñando tal función entre 2012-18. Más tarde se convirtió en diputada federal por el mismo partido, solicitando licencia semanas después ante el ofrecimiento de la dirección de CONADE por parte del ejecutivo federal. Mantuvo dicho cargo todo el sexenio anterior pese a diversos conflictos y protestas que enfrentó al caer en los mismos vicios que había denunciado.
El poder cambió a Ana Gabriela, se volvió prepotente y grosera con quienes solicitaban apoyo o denunciaban retiro de becas. Uno de tantos casos fue el de la selección de natación artística cuyas integrantes se vieron obligadas a vender trajes de baño para costear sus gastos a diversas competencias. Sobre el tema respondió a periodistas: “Por mí que vendan calzones o Avon, no me importa”.
También fue perseguida por el escándalo, un ejemplo: el once de diciembre de 2016, tras un incidente en la carretera México-Toluca fue brutalmente agredida por cuatro sujetos que literalmente le deformaron el rostro fracturándole el maxilar superior, por lo que debió
ser intervenida quirúrgicamente implantándole varios clavos y una placa permanente. Ella tripulaba potente motocicleta al igual que su compañera. Ambas regresaban a la CDMX después de pasar el fin de semana en Valle de Bravo. Total, Ana Gabriela Guevara que fuera orgullo nacional ahora enfrenta a la justicia y todo indica que no saldrá bien librada. ¡Las vueltas que da la vida!.
SUCEDE QUE
El apoyo y la solidaridad presidencial respecto de los daños en Reynosa es prueba de que
Tamaulipas y el gobernador Américo Villarreal Anaya, están en el ánimo de doña Claudia. Sea que hay cariño. Y ni modo que seas invento.
Y hasta la próxima
POR MAX ÁVILA
