El primer informe del rector Dámaso Anaya Alvarado sirvió para comprender el momento actual que vive la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Aunque parezca una obviedad, la verdad es que no siempre fue así, pues durante mucho tiempo estos eventos fueron vistos como una mera formalidad, o la ocasión para llenarse autoelogios pocas veces bien merecidos.
Ayer, el rector y el gobernador Américo Villarreal Anaya mandaron una señal clara de los tiempos que corren en la política educativa tamaulipeca que se inscribe en los términos de la Cuarta Transformación. Sin cortocircuitos y sin la grilla que por tanto tiempo hizo daño a la Universidad.
Así, Dámaso Anaya presentó un balance del estado que guarda la institución.
A través de un documento estructurado en cuatro ejes prioritarios, dio cuenta a la comunidad universitaria de los avances en cobertura educativa, fortalecimiento del cuerpo docente, impulso a la investigación con impacto social y una renovada vinculación con su entorno.
En el ultimo año la UAT consolidó su liderazgo como la institución con mayor cobertura de educación superior en Tamaulipas, alcanzando una matrícula de 42,176 estudiantes.
Entre los logros más relevantes se encuentra la apertura de la preparatoria Nuevo Laredo, como respuesta directa al aumento de la demanda educativa en esa región fronteriza.
Se implementaron tutorías, orientación vocacional, becas y se donó equipo de cómputo a estudiantes.
Asimismo, la universidad reportó un aumento significativo en los nuevos ingresos y en la matrícula total en todos los niveles, lo que confirma la creciente confianza social en su oferta académica.
También se reportó el fortalecimiento de programas en disciplinas STEM y la implementación de un modelo de formación dual, así como el impulso a la movilidad estudiantil, que creció un 54% respecto al año anterior.
En materia de equidad, destaca la creación del Instituto de la Mujer Universitaria, una instancia orientada a visibilizar y atender las problemáticas específicas que enfrentan las mujeres en el entorno universitario.
La planta académica de la UAT mostró un alto grado de profesionalización. El 90.3% de los profesores de tiempo completo y horario libre cuenta con estudios de posgrado, mientras que el 68.3% de los Profesores de Tiempo Completo obtuvo el reconocimiento al Perfil Deseable PRODEP.
Durante el año, 1,792 docentes participaron en actividades de educación continua, incluyendo cursos, un diplomado y un seminario web. Se instituyó además un programa de reconocimientos a la labor docente en distintas categorías y se impulsó la movilidad académica, beneficiando a 114 profesores en intercambios nacionales e internacionales, presenciales y virtuales.
En otro rubro que durante muchos años fue dejado de lado, ahora a UAT fortaleció su papel en la generación de conocimiento con impacto social.
Se integraron 97 estudiantes a proyectos de investigación y se elaboraron 486 tesis y tesinas de posgrado. También se otorgaron apoyos a docentes para estudios doctorales y se reconoció a 23 profesores con el Premio Universitario en ciencia, tecnología y humanidades.
Durante el periodo se registraron 139 proyectos de investigación con financiamiento interno y externo. La universidad alcanzó un máximo histórico de 51 cuerpos académicos consolidados y publicó 92 artículos científicos, además de editar 35 obras literarias. En materia de innovación, se obtuvieron derechos de propiedad industrial sobre cinco productos.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES
