Quizás hayas escuchado alguna vez que no se debe jugar futbol en Semana Santa, especialmente el Viernes Santo, pero no sabías exactamente por qué.
Esta creencia, que puede parecer extraña o curiosa para algunos, tiene su origen en una tradición cultural y religiosa que todavía se respeta en muchas comunidades de América Latina, aunque no está escrita en ninguna ley ni forma parte de reglas oficiales de la Iglesia.
Esta es la razón por la que NO se puede jugar futbol en Semana Santa
Lo cierto es que, aunque no hay una prohibición formal, hay lugares donde se evita jugar futbol durante Semana Santa por respeto a lo que representa esta época, la conmemoración de la Pasión y Muerte de Jesucristo, momentos considerados solemnes y de recogimiento.
Para muchas personas, realizar actividades como partidos o juegos durante estos días puede interpretarse como una falta de respeto o un acto poco apropiado.
Pero ¿de dónde viene esta idea? ¿Es realmente un pecado? ¿Todavía se sigue practicando?
La raíz de la creencia de NO jugar futbol en Semana Santa
La costumbre de no jugar futbol en Semana Santa viene más de la cultura que de la religión organizada.
Es una expresión de lo que se llama religiosidad popular, es decir, aquellas prácticas que nacen entre la gente, no por mandatos oficiales, sino como formas propias de vivir la fe.
Durante generaciones, muchas familias han enseñado que el Viernes Santo es un día para estar tranquilos, guardar silencio, no hacer ruido y reflexionar.
Como el futbol es un juego que implica energía, gritos, emoción e incluso discusiones, se asocia con algo que no encaja con el espíritu solemne de esos días.
En algunos pueblos y barrios, se ha dicho incluso que “patear un balón en Viernes Santo es pecado” o que hacerlo puede “traer mala suerte”, pues se ha relacionado con como si estuvieras pateando la cabeza de Cristo.
Son frases que, si bien no tienen sustento teológico, han servido para transmitir la idea de respeto hacia una fecha importante para quienes profesan la fe cristiana.
Es importante aclarar que ningún documento oficial de la Iglesia Católica prohíbe jugar futbol ni practicar deportes en Semana Santa.
No hay reglas religiosas que impidan hacerlo. Sin embargo, muchas parroquias y comunidades recomiendan evitar actividades que desvíen el enfoque de lo espiritual o que generen distracción durante el triduo pascual, que comprende desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Resurrección.
¿Se sigue practicando esta tradición de no jugar futbol en Semana Santa?
La respuesta depende mucho del lugar, del entorno cultural y de la generación. En zonas rurales o comunidades con mayor apego a las tradiciones religiosas, todavía se acostumbra no jugar futbol en Semana Santa, especialmente el Viernes Santo.
En muchos de estos lugares, las canchas están vacías ese día, ya sea por convicción o simplemente porque así se ha hecho siempre.
También en algunos hogares se enseña a los niños a no jugar esos días, como parte del respeto a la fe y a las costumbres familiares. Incluso hay escuelas que suspenden actividades deportivas durante esa semana por el mismo motivo.
En cambio, en ciudades grandes o contextos menos religiosos, esta creencia ha ido perdiendo fuerza.
Es común que se sigan organizando partidos, torneos e incluso transmisiones deportivas en televisión durante toda la Semana Santa.
El futbol profesional no se detiene, a menos que haya decisiones específicas por parte de ligas o federaciones, aunque no suele estar relacionado con temas religiosos.
Las generaciones más jóvenes tienden a ver esta tradición como algo del pasado. Para ellos, jugar futbol en cualquier fecha no representa una falta de respeto, sino una forma de aprovechar el tiempo libre, especialmente durante las vacaciones.
CON INFORMACIÓN DE EXCÉLSIOR