CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- La chispa del arte infantil volverá a encenderse este 3 de junio con la inauguración de la Exposición XLV del Taller Infantil de Artes Plásticas, guiado por los artistas Olivia Malibrán y Salvador Castillo, en punto de las 19:00 horas en el Centro Cultural Tamaulipas.
Lo que comenzó como un reto material se transformó en un acto de ingenio y corazón. Sin acceso a nueva arcilla durante el año, Olivia Malibrán rescató los últimos bloques del taller para que sus alumnos crearan calaveras y figuras modeladas, que ahora forman parte de esta entrañable muestra. “Me vi en la necesidad de improvisar: hice un horno pequeño dentro de uno grande para poder cocer las pocas obras. Fue un trabajal, pero ya están listas y horneadas”, compartió la artista en sus redes (@liyiamalibran), dando muestra del esfuerzo que hay detrás de cada pieza.
La exposición promete ser más que una galería de figuras: es un testimonio de perseverancia, creatividad y amor por el arte. La entrada es libre, y la invitación está abierta para quienes quieran ser testigos del talento genuino de los más pequeños, en una noche que celebrará la imaginación sin límites.
Detrás de esta iniciativa se encuentra la sólida trayectoria de Olivia Malibrán, una artista con más de 42 años de experiencia en la pintura y escultura. Originaria de Santa Elena, Villa de Casas, pero victorense desde los tres años, Olivia ha forjado un espacio que va más allá del aprendizaje técnico: ha sembrado vocaciones artísticas y ha creado comunidad.
Su taller, ubicado en la icónica casa morada de la calle Allende, es un santuario de luz, color y expresión. Ahí, día a día, entre pinceles, lienzos y música clásica de fondo, decenas de niñas y niños encuentran una vía para expresarse, aprender y soñar. Muchos de sus exalumnos se han convertido en arquitectos, diseñadores, artistas plásticos o músicos, formados con la disciplina y pasión que ella y Salvador Castillo comparten desde hace décadas.
A Olivia le gusta pintar flores, muñecas mexicanas, gallos, colibríes y también formas abstractas. Recorre jardines con su cuaderno en mano para hacer apuntes, inspirarse y seguir creando. Ha participado en exposiciones colectivas dentro y fuera del país, y se ha formado con grandes maestros, entre ellos Alfredo Salce en Morelia, y en el Instituto de Bellas Artes de Boston.
“Lo más bonito es que muchos muchachos, después de años, regresan al taller buscando un espacio donde hablar de arte”, comenta con orgullo. En su salón, el aprendizaje comienza soltando la mano con lápiz y sigue con gis pastel, acuarelas y óleo. Los niños estudian la obra de Rivera, Siqueiros, Tamayo y Kahlo, aunque Olivia prefiere que no hagan réplicas, sino que busquen su propio lenguaje artístico.
La exposición de este 2025 no solo reúne obras modeladas y horneadas con esfuerzo, sino también sueños moldeados con ternura. El taller continúa ofreciendo becas para niños que lo necesitan y, pese a los desafíos de vivir del arte, Olivia se mantiene firme: “No puedo dejar de trabajar porque esto es lo que me gusta hacer”.
Este 3 de junio, las pequeñas manos de sus alumnos mostrarán grandes obras. Será una noche para celebrar la perseverancia, el ingenio y el poder transformador del arte infantil. Un tributo a los niños creadores, y a quienes han hecho del arte un puente entre generaciones.
Por Raúl López García
