CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Campesinos provenientes de los municipios de Padilla, Soto la Marina e Hidalgo tomaron este Martes las oficinas de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) en Ciudad Victoria, en exigencia de una solución definitiva a conflictos agrarios que, según denuncian, han permanecido sin respuesta desde hace más de medio siglo.
Encabezados por Mario Alberto Reyes Cantú, coordinador nacional de la Central Campesina Cardenista (CCC), los manifestantes reclaman la regularización de tierras ejidales expropiadas para la construcción de obras hidráulicas como la presa Vicente Guerrero, antes conocida como Las Adjuntas, sin que se haya otorgado la debida indemnización ni certeza legal sobre los terrenos que se les reasignaron.
“Son varios temas, pero específicamente hay asuntos que datan de 50 años. Se trata de territorios ejidales que quedaron bajo el agua de algunas presas, como es el caso del ejido Lavaderos en Soto la Marina y otros como Dolores, Agrícola Ganadera Padilla, en Padilla».
«Estas comunidades fueron afectadas en los años 70 y 80 con la construcción de obras hidráulicas con las que estamos de acuerdo, pero en lo que se ha fallado es en indemnizar a los campesinos como marca la ley”, expresó Reyes Cantú.
El dirigente acusó que los procesos de expropiación fueron, en muchos casos, simulaciones de legalidad, y que no existen actas de asamblea donde los ejidatarios hayan dado su consentimiento para ceder sus tierras.
“Nos parece excesivo: estamos hablando de terceras generaciones, y es el momento en que no se les ha dado certeza ni legalidad en la tenencia de la tierra, para nosotros es un despojo, disfrazado de expropiaciones».
«Si revisamos los expedientes, no vas a encontrar un acta donde los campesinos dieran su anuencia, ni siquiera los consultaron; les dijeron: ‘quítense o los ahogamos’”.
Según la CCC, hay al menos 500 familias afectadas, muchas de las cuales viven en condiciones de incertidumbre jurídica sobre los terrenos donde actualmente habitan.
Reyes Cantú afirmó que las mejores parcelas fueron las que quedaron bajo el agua, mientras que las tierras entregadas posteriormente carecen de escrituras o documentos oficiales que garanticen su legalidad.
“Los terrenos ejidales no tienen precio, y menos cuando se les quitaron sus mejores tierras. Una presa se construye donde hay ríos y arroyos, es decir, en las tierras más fértiles».
«Lo que se entregó después fueron parcelas sin papeles, no sabemos de quién eran, ni nos interesa. El problema es que mis compañeros siguen sin certeza legal”, agregó.
Los campesinos sostuvieron una reunión con el director del Organismo de Cuenca Golfo Norte de la CONAGUA, a quien plantearon sus exigencias.
Aunque la reunión fue calificada como un primer paso, los representantes de la CCC advirtieron que no se retirarán de la lucha mientras no haya soluciones concretas.
“Lo que solicitamos es una respuesta inmediata. Lo que se espera de un funcionario de la Cuarta Transformación es sensibilidad, tanto social como humana, y sobre todo la aplicación de la ley agraria para resarcir los daños de 50 años a estas familias”, dijo el líder campesino.
Reyes Cantú reiteró que las acciones de protesta continuarán si no se atienden las demandas con seriedad y Justicia, por tanto, sino hay respuesta positiva las oficinas seguirán tomadas por los afectados.
“No vamos a abandonar estas causas. Mientras las compañeras y compañeros se manifiesten pacíficamente por reclamos justos, la Central Campesina Cardenista los va a respaldar. Estas decisiones las toman en sus pueblos. La parcela era del abuelo, o cuando menos del papá. No se puede seguir negándoles lo que por derecho les corresponde”.
Hasta el cierre de esta edición, la toma de las oficinas de CONAGUA continuaba de manera pacífica, en espera de una respuesta formal por parte de la dependencia federal.
Por Antonio H. Mandujano
EXPRESO-LA RAZON
