2 junio, 2025

2 junio, 2025

Denuncian malos manejos en Secundaria de Altamira

El plantel se localiza en el fraccionamiento Los Prados de Altamira y tiene una matrícula de 1,030 alumnos en los dos turnos, mientras que la directora es Leticia Miranda Balleza.

ALTAMIRA, TAM.- Padres de familia de la Secundaria General Número 2 “Joaquín Contreras Cantú”, se manifestaron para exigir la destitución de la directora por presuntos malos manejos con el dinero de las cuentas bancarias.

El plantel se localiza en el fraccionamiento Los Prados de Altamira y tiene una matrícula de 1,030 alumnos en los dos turnos, mientras que la directora es Leticia Miranda Balleza.

La presidenta de la Sociedad de Padres de Familia, Ana Lizbeth Torres Hernandez detalló que tan solo en una cuenta bancaria había un monto de 500 mil pesos.

La directora tenía cuentas de la escuela que manejaba, disponía del dinero de acuerdo a lo que consideraba.

“Nos dimos cuenta que había cuatro cuentas en el banco cuando ningún directivo debe ser el titular, no debe disponer del dinero de la escuela.El dinero debe ser de beneficio para la escuela y nunca han metido mano para reparaciones”.

Precisaron que la protesta realizada este jueves fue pacífica, que en ningún momento afectarían a los alumnos y maestros, sin embargo la directora decidió suspender las clases.

“De la cuenta de la sociedad de padres de familia estaba en aproximadamente 500 mil pesos y en las otras cuentas entre 60 y 70, pero esas cuentas tenían más dinero antes de entrar nosotros, tenían alrededor de 300 mil pesos y cuando pensaron que íbamos a quedar al frente, ellas desfalcaron las cuentas”.

Desde el año pasado, las madres de familia han exigido la destitución de la directora, al considerar que no se reflejan mejoras en la secundaria.

“Estamos haciendo esto de cerrar la escuela el día de hoy para que las autoridades nos volteen a ver, no intervenimos a que los alumnos tomaran sus clases, fue una propuesta pacífica y como no obtuvo respuesta optó por cerrar la escuela”, declaró Ana Lizbeth Torres Hernandez.

POR OSCAR FIGUEROA

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