2 junio, 2025

2 junio, 2025

VIDEO: Paloma se «infiltra» a un vuelo de pasajeros

Un vuelo de Delta debió regresar dos veces a puerta cuando dos palomas ingresaron a la cabina y al pasillo; la inusual invasión demoró su salida casi una hora

Un vuelo rutinario de 322 kilómetros entre Minneapolis y Madison (Wisconsin) terminó convertido en una comedia aérea protagonizada por dos palomas obstinadas que se negaron a ceder su asiento —o su ala— sin pelearlo primero.

El vuelo 2348 de Delta Air Lines, un Airbus A220 con 119 pasajeros a bordo, llevaba apenas minutos listo para la maniobra de retroceso cuando el capitán tomó el intercomunicador y anunció algo que ninguno de sus oyentes esperaba: había un “problema de fauna silvestre” en la cabina. La traducción, confirmada segundos después por el murmullo general, era mucho menos técnica: una paloma se había colado en el avión.

“El piloto tomó el micrófono, confirmó que una paloma estaba en el avión, y dijo que no tenía experiencia en esta situación”, relató en entrevista Tom Caw, pasajero de la fila 12 que documentó parte de la escena.

La aerolínea activó su protocolo para fauna: el avión, que debía despegar a las 15:45 horas, permaneció en plataforma mientras personal de equipaje —curiosamente, los únicos con redes y guantes a mano— subía a buscar al ave. Diez minutos después salían con el primer polizón plumífero dentro de una caja de cartón perforada.

Pero cuando la aeronave comenzó a rodar hacia la pista 30L, otra paloma emergió desde la sección central y se lanzó a volar sobre los pasillos. Caw levantó el teléfono y lo grabó. En el video, un hombre se quita la chaqueta y trata de envolver al ave; la chaqueta cae en el aire y la paloma se posa en un compartimiento. Risas, exclamaciones y giros de cuello siguieron al salto del ave de fila en fila.

Con la misma calma —y, según un controlador de torre sorprendido, con cierta incredulidad— el capitán solicitó retorno a la puerta. “Nunca nos han pedido volver por un pichón que no se quiere ir”, admitió la frecuencia de LiveATC. La segunda captura repitió el procedimiento: pausa de motores, puertas abiertas, subida de los manipuladores, red adentro, caja afuera. Fue entonces cuando el comandante, ya con algo de humor, agradeció la paciencia y prometió “no más invitados”.

El vuelo despegó finalmente a las 16:38 horas, casi una hora después de su hora programada, y aterrizó en el Aeropuerto Regional del condado de Dane, en Madison, a las 17:30 horas. Ningún pasajero solicitó atención médica; algunos sí solicitaron reembolso de conexiones perdidas.

Delta, en un comunicado, dijo “apreciar las acciones cuidadosas de la tripulación y la cooperación de los pasajeros” y lamentó la demora. Aseguró que realizará una revisión con la autoridad aeroportuaria para determinar cómo ingresaron las aves.

¿Cómo entra una paloma a un jet?
Según expertos en vida silvestre aeroportuaria, las palomas pueden colarse a través de fingers abiertos o bodegas de equipaje durante el abordaje. “Les atraen los espacios cerrados y la comida que queda en la cabina”, explicó Katherine Nguyen, bióloga del Aeropuerto Internacional de Denver, que opera uno de los programas de mitigación más grandes del país.

El Minneapolis-Saint Paul International Airport gasta cerca de un millón de dólares anuales en medidas disuasorias: láseres verdes, altavoces con sonidos de depredadores y halcones entrenados. Aun así, la FAA registró el año pasado 16 510 choques o encuentros con fauna; la mayoría ocurre durante el despegue o el aterrizaje. Incursiones dentro de la cabina son raras: menos de una docena en la última década.

Los incidentes con aves suelen asociarse a motores —piénsese en el amerizaje del “Milagro en el Hudson”—, pero dentro de la cabina implican otros peligros: distracción de la tripulación, posibilidad de que el animal ingrese al cockpit o el sistema de ventilación, y, en el caso de rapaces, hasta lesiones. Las palomas, menos agresivas, cargan riesgo sanitario: pueden transportar psitacosis y salmonela.

En 2019, un vuelo SpiceJet en la India se retrasó 30 minutos por una paloma en la cabina; en 2002, un vuelo Southwest en Florida fue desviado después de que dos murciélagos circularan dentro durante el servicio de bebidas. En ambos casos, la aeronave aterrizó sin daños.

Los aeropuertos estadounidenses lanzarán su pico migratorio de verano en junio. “Para terminales con finger, la moraleja es sellar rendijas y revisar puertas durante la limpieza”, dijo Daniel Smalls, consultor de Wildlife Hazard Management. Delta no descarta instalar cortinas de aire —chorros descendentes que disuaden aves— en algunos accesos.

Para los viajeros, la anécdota quedará como historia de cóctel. “Fue el vuelo más entretenido de mi vida”, bromeó Caw, que llegó a la boda de su prima con tiempo de sobra. “Y, sí, pregunté si la paloma necesitaba millas de viajero frecuente; me dijeron que no califica”.

Los controladores de Minneapolis también sumaron una línea a su libro de rarezas. En la grabación de torre, un supervisor resume la incredulidad colectiva antes de autorizar de nuevo el rodaje: “Delta 2348, entendido… paloma a bordo ya removida, continúe taxi.” Nadie tuvo el valor de preguntar si quedaba alguna más escondida entre los compartimientos de equipaje.

CON INFORMACIÓN DE EXCÉLSIOR

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