14 junio, 2025

14 junio, 2025

Asusta Trump a los migrantes

En un año, la población migrante en la frontera de Tamaulipas pasó de 30 mil a solo 630 personas, debido a políticas más restrictivas del gobierno de Estados Unidos, entre ellas la suspensión de la plataforma CBP-1.

CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- La frontera tamaulipeca vive hoy un panorama muy distinto al de hace apenas un año, un efecto producido por el manejo de un gobierno antimigrante que ha enfurecido sus políticas contra toda persona sin documentos.

Y es que donde antes se contabilizaban casi 30 mil personas migrantes varadas, en su mayoría centroamericanos, haitianos y venezolanos, hoy solo permanecen 630.

Así lo informó Juan José Rodríguez Alvarado, director del Instituto Tamaulipeco para los Migrantes, quien atribuyó esta reducción al cambio en la política migratoria de Estados Unidos, en particular a la cancelación de la plataforma CBP-1.

“Hoy hay 630 (migrantes), ¿cómo pasó eso?, bueno, yo creo que tiene que ver con el trabajo del Instituto Nacional de Migración en el control de los flujos migratorios en la zona sur, pero también con la suspensión de la plataforma CBP-1, que era la que movía a los migrantes para que se acercaran y cruzaran”, explicó Rodríguez Alvarado.

La plataforma CBP-1, gestionada por el gobierno estadounidense, permitía a migrantes agendar citas para solicitar asilo de manera ordenada y legal.

Sin embargo, su desactivación, a decir del funcionario, restó atractivo a la frontera tamaulipeca como punto de cruce.

“Ya no hay manera de que crucen con la condición de asilo como lo venían haciendo».
«Y en el tema migratorio es muy difícil establecer si es favorable o no favorable, la verdad es que fue una oportunidad en la que se refrendó el ímpetu humanista de nuestro gobernador y nuestro gobierno», agregó.

Así también recordó que el actual gobierno estatal recibió la administración con más de 30 mil migrantes, el 70% de ellos en condición de calle, lo que representaba un reto humanitario de grandes dimensiones.

“La verdad es que fue una oportunidad en la que se refrendó el ímpetu humanista de nuestro gobernador y nuestro gobierno. Estuvimos muy atentos”, señaló.

La drástica caída en la población migrante varada en Tamaulipas ha traído algo de respiro a las ciudades fronterizas como Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo, que durante meses vieron colapsados sus albergues, plazas y espacios públicos ante el flujo constante de personas en busca de asilo.

Aún así, las autoridades estatales se mantienen alertas ante posibles repuntes, sabiendo que los movimientos migratorios en la región son tan cambiantes como impredecibles.

Por Antonio H. Mandujano
Expreso-La Razón

Facebook
Twitter
WhatsApp