13 julio, 2025

13 julio, 2025

Dereck vence al cáncer y se gradúa de preescolar: un pequeño gigante de esperanza

Hoy celebramos su vida, su valentía y la lección que nos deja: que ningún sueño es pequeño cuando se lucha con el corazón.

REYNOSA, TAMAULIPAS.— Hay graduaciones que marcan el inicio de un ciclo, y otras que representan la victoria de la vida misma. Tal es el caso de Dereck Leonel Martínez, un niño de Reynosa que acaba de concluir el preescolar después de haber enfrentado, desde el primer año de vida, una dura batalla contra el cáncer.

Su historia comenzó en 2020, cuando su madre, Filiberta Martínez Gaona, notó un bulto extraño en su abdomen mientras le cambiaba el pañal. La sospecha dio paso al diagnóstico: un tumor en el hígado, que poco después se supo había hecho metástasis en los pulmones. Dereck tenía apenas un año de edad.

Desde entonces, su infancia transcurrió entre quirófanos, ciclos de quimioterapia y estadías hospitalarias. En el camino, incluso sufrió una grave infección en el catéter por el que recibía tratamiento. Sin embargo, la adversidad nunca logró apagar su espíritu.

Hoy, después de casi tres años en etapa de vigilancia —proceso que deberá durar cinco para ser declarado libre de cáncer—, Dereck logró un nuevo triunfo: completar el preescolar. Su sonrisa al recibir el diploma es símbolo de resiliencia y esperanza.

La Fundación Iluminando Corazones a Niños con Cáncer, que ha acompañado a la familia durante todo este proceso, celebró el momento con gran emoción. “¡Eres luz, eres fuerza, y estamos seguros de que te esperan cosas maravillosas!”, expresaron en sus redes sociales.

Dereck asiste regularmente a sus citas de seguimiento en la clínica de especialidades 25 del IMSS, en Monterrey. Cada viaje, cada revisión médica, es parte de su camino hacia la recuperación total.

Hoy no solo celebramos un logro académico. Celebramos su vida, su valentía y la lección que nos deja: que ningún sueño es pequeño cuando se lucha con el corazón.

¡Felicidades, Dereck! Tu historia ilumina el camino de quienes creen en la esperanza.

Por Raúl López García

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