TAMPICO, TAMAULIPAS.- María Teresa Armendariz, ha dedicado toda su vida a trabajar como despicadora, hoy junto a su familia viven una situación crítica debido a que no alcanza ni para comprar huevo y la carne sería un lujo.
Habitante del sector Moscú en la calle Sol entre Esteros y Tampico, comentó que aunado a la veda de camarón, las lluvias han provocado que cuide a su familia y su hogar por el desbordamiento del río Tamesí.
Cuando va a su lugar de trabajo solo conseguir ganar 40 pesos despicando, algo que no alcanza más que para frijolitos.
«Si tengo minsa me pongo a tortear, comemos frijoles, huevo cuando sale, carne no porque no alcanza, ni pollo, nada de eso».
Preocupada por su familia, dispuesta a ir a un albergue
Protección Civil Tampico pasó a su domicilio a dar recomendaciones sobre los riesgos que conlleva el desbordamiento del río.
Sin pensarlo dos veces está dispuesta a llegar a un albergue aunque que tenga de dejar su casa por unos días.
«Ya me dijeron del refugio, que vengan por mi, me voy a ir cuando el agua llegue hasta aquí nos vamos. Yo soy viuda, no tengo quien me ayude y no tengo nada de valor, me importa mi familia».
Los empresarios camaroneros han advertido a las despicadoras que van a suspender actividades en próximos días por el desbordamiento del rio.
«Que ya no van a trabajar, el agua está subiendo. La semana pasada estuve trabajando en dos taras de camarón», dijo.
Por Javier Cortés
