Ciudad Victoria, Tamaulipas.– En un gesto que mezcla memoria, orgullo y tradición, la calle privada ubicada entre el 5 y 6 Berriozábal recibió un nuevo nombre que evoca sazón y legado: Privada Doña Tota.
La develación de la placa estuvo encabezada por la Dra. María de Villarreal, quien acompañó a la familia Martínez de León —herederos del espíritu emprendedor de la recordada fundadora del icónico negocio de gorditas— en un emotivo acto que reunió a vecinos, trabajadores y curiosos que pasaban por la zona.
Doña Tota, cuyo nombre se ha convertido en sinónimo de comida mexicana tradicional, inició su negocio en esta ciudad hace décadas. Hoy, su legado se multiplica en cada sucursal y en cada cliente que recuerda sus gorditas como parte de su infancia o su vida diaria.
Y es que no todos los días una calle se rebautiza en honor a una mujer que, desde una cocina sencilla, cambió la historia gastronómica del estado.
Ahora, quienes caminen por esa pequeña vía entre el 5 y 6 Berriozábal sabrán que están pisando más que concreto: están pisando historia hecha a mano, con maíz y corazón.
Por Raúl López García