Desde que el Servicio Meteorológico Nacional anticipó que Tamaulipas sería uno de los estados con mayores afectaciones por las lluvias que traería la tormenta tropical “Barry”, las autoridades estatales se pusieron a trabajar para atenuar este impacto.
El Gobierno de Tamaulipas actuó anticipadamente ante la inminente llegada de la tormenta, que, de acuerdo con registros de las autoridades, tocó tierra en el norte de Veracruz, pero muy cerca de la zona conurbada de Tampico.
Con rapidez, el gobernador Américo Villarreal Anaya optó por lo que corresponde y así, se convocó con oportunidad al Consejo Estatal de Protección Civil para reforzar las acciones de prevención, con la coordinación como eje y la población como prioridad.
Desde el domingo, en la sede del Consejo, Américo instruyó a su gabinete a reforzar las medidas de seguridad en estrecha colaboración con las autoridades federales como la Sedena, la Marina y la Guardia Nacional, así como con los municipios, conscientes de que el sur del estado y la región cañera son los puntos más vulnerables ante las lluvias.
En esa reunión, el mandatario recalcó que su administración cuenta con la capacidad organizativa y resolutiva para enfrentar la contingencia, pues se trata de utilizar recursos, demostrar voluntad política y una correcta articulación entre los tres órdenes de gobierno para proteger a quienes habitan en zonas de riesgo.
Luego, el martes por la noche la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa llegó a Tamaulipas para encabezar la suma de esfuerzos de todas las instituciones estatales y federales para atender la contingencia.
A partir de entonces, la funcionaria ha estado al frente de las acciones que han implementado el gobierno de Tamaulipas en conjunto con la Secretaría de Marina y la Defensa, en coordinación con la Guardia Nacional, la Guardia Estatal y la Coordinación Estatal de Protección Civil.
Velázquez Alzúa ya había visitado Tamaulipas meses atrás cuando una fuerte tromba provocó severas inundaciones, daños a la infraestructura urbana y afectaciones en hospitales en Reynosa.
Entonces, la funcionaria federal estableció una eficaz coordinación con el gobierno del estado y estuvo unos días en esa ciudad fronteriza, para evaluar los daños y supervisar los trabajos interinstitucionales en apoyo a la población.
Ahora, aunque las lluvias provocadas por la tormenta tropical «Barry» no fueron intensas en los municipios conurbados, fue la enorme cantidad de agua proveniente de las partes altas lo que preocupó y mantiene ocupadas a las autoridades de los tres niveles de gobierno.
De acuerdo con las estimaciones, en el transcurso de la semana la cresta de los ríos Tamesí y Guayalejo harán que se incremente el nivel de ambos afluentes, provocando inundaciones en numerosas partes bajas de los municipios de Tampico Ciudad Madero y Altamira.
Por esto, es que el gobernador Américo Villarreal y la coordinadora Nacional de Protección Civil han estado supervisando de manera constante las acciones de todas las dependencias involucradas en la atención de este tema.
Por lo pronto la coordinación Estatal de Protección Civil ya anunció que es prácticamente inminente el desalojo de familias que viven en colonias susceptibles de inundaciones en Tampico, mientras que en Ciudad Madero también se toman medidas para evitar mayores daños al patrimonio, además de reducir el riesgo a la integridad de las personas.
Además, una muestra del interés que existe por Tamaulipas y la voluntad de apoyar a las familias que viven en zonas de riesgo, este viernes estará la presidenta Claudia Sheinbaum en la zona sur del estado para realizar algunas actividades, entre ellas conocer personalmente el diagnóstico de la situación.
Claro, Sheinbaum también estará en la zona para conocer el avance de proyectos relacionados con la infraestructura de salud, como el Hospital Civil de Ciudad Madero y el Hospital regional del ISSSTE, que aún no se concluye en Tampico.
ALTAMIRA, EL POLO DE DESARROLLO RECONOCIDO NUEVAMENTE
Hace unos días, en su conferencia matutina la presidenta Claudia Sheinbaum, Tamaulipas se colocó nuevamente en la atención pública nacional, cuando se anunció que el puerto de Altamira fue enlistado en el grupo de los Polos de Desarrollo que se impulsarán en este sexenio.
Durante cuatro décadas, el puerto industrial de Altamira ha sido una palanca de crecimiento económico para el sur de Tamaulipas, pues su infraestructura de clase mundial, su ubicación estratégica en el Golfo de México y su dinamismo empresarial lo han consolidado como un nodo logístico clave en la conexión entre México y los mercados globales.
Ahora, ese liderazgo natural se reafirma con la inclusión de Altamira en el mapa nacional de los Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar (Podecobi), una decisión histórica que confirma su vocación como motor del desarrollo industrial.
El gobernador Américo Villarreal Anaya fue pieza clave en esta designación, al lograr que el gobierno federal reconociera formalmente el potencial de Altamira dentro del nuevo modelo económico impulsado por el Plan México.
En un acto institucional que refrenda el compromiso con la transformación económica del país, la presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, suscribieron junto al gobernador tamaulipeco ese convenio, con el que se abren nuevas rutas de inversión, productividad e inclusión social.
En la concepción del gobierno federal sobre los Polos de Desarrollo se apostará por la atracción de capital y el desarrollo integral. Esto significa más infraestructura, beneficios fiscales, trámites simplificados, formación dual para trabajadores, innovación tecnológica, y, sobre todo, condiciones dignas para quienes integran la cadena de valor como son vivienda, salud, educación y transporte.
El gobierno estatal ha trabajado en el diseño de un plan de incentivos específicos para fortalecer a las MiPymes, atraer inversiones en maquinaria y equipo, y detonar sectores estratégicos como la industria química y petroquímica, metalmecánica, agroindustria, electrónica, energías limpias y no renovables.
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