6 diciembre, 2025

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Refinería Francisco I. Madero: 111 años de historia energética en Tamaulipas

La construcción de la refinería fue parte de una estrategia global para aprovechar el auge petrolero de la región

CIUDAD MADERO, TAMAULIPAS.- Fundada el 15 de julio de 1914, la Refinería Francisco I. Madero es una de las plantas industriales más antiguas del país y símbolo del desarrollo energético en el sur de Tamaulipas. Su historia comenzó bajo el nombre “Doña Cecilia”, cuando la empresa británica El Águila instaló sus primeras unidades de proceso en un terreno despoblado de lo que entonces era la Villa Cecilia.

La construcción de la refinería fue parte de una estrategia global para aprovechar el auge petrolero de la región, que durante las primeras décadas del siglo XX se posicionó como uno de los principales exportadores de crudo del mundo. Su cercanía al Golfo de México facilitó el transporte marítimo y fortaleció la presencia de capital extranjero en la zona.

Tras la expropiación petrolera decretada en 1938 por el presidente Lázaro Cárdenas, la refinería fue nacionalizada y rebautizada como Francisco I. Madero, en homenaje al líder revolucionario.

Desde entonces, ha sido operada por Petróleos Mexicanos (Pemex) como parte del Sistema Nacional de Refinación.

A lo largo de más de un siglo, la instalación ha atravesado períodos de expansión, modernización y ajustes técnicos.

Entre las décadas de 1950 y 2000 se llevaron a cabo importantes actualizaciones para incrementar su capacidad y cumplir con normativas ambientales.

En su punto más alto, llegó a procesar hasta 186 mil barriles diarios de crudo.

La Refinería Madero no sólo marcó un hito en la industrialización del país, sino que también transformó la vida social y económica de la región. Su legado perdura como testimonio de la historia petrolera mexicana y del papel estratégico que el sur de Tamaulipas ha jugado en la producción de energéticos.

Por. José Luis Rodríguez Castro / La Razón

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