Dice el dicho que los errores que a veces truncan nuestros planes constituyen al mismo tiempo una oportunidad para rectificar y los cometidos por el senador Adán Augusto López y el diputado Ricardo Monreal representan una ocasión de oro para limpiar a Morena de los malos elementos.
Como es del dominio público, cuando el actual líder de la 4T en el Senado, gobernaba Tabasco designó a Hernán Bermúdez secretario de Seguridad Pública, hoy prófugo de justica por presuntos vínculos con el crimen organizado, sin haberlo investigado a fondo o destituido al momento.
Como el tabasqueño, otro que también merece ser castigado es el coordinador parlamentario de los morenistas en la Cámara de Diputados. En varias ocasiones el legislador ha demostrado que cuando se trata de proyectos políticos de interés personal, se obnubila y olvida el compromiso contraído con el partido de la cuarta transformación.
Durante el proceso de selección del candidato a la jefatura de gobierno de la ciudad de México de 2018, por ejemplo, el zacatecano advirtió que si no resultaba el elegido renunciaría a Morena, afortunadamente, AMLO lo convenció de que diera marcha atrás a la rabieta y evitó un desprendimiento que podría haber descarrilado el movimiento obradorista.
El pecado de Adán Augusto representa, igual que las ambiciones monrealistas, una coyuntura para que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo empiece a limpiar la casa, el costo político será inevitable, por supuesto, pero si no lo hace la mandataria pondría en riesgo la conservación del control del Congreso de Federal el 2027 y lo que sería mucho peor, el de la sucesión presidencial de 2030, indispensables para seguir adelante y consolidar el segundo piso del cambio cuatroteísta.
CELEBRACION EN LOS PINOS
Mientras se conoce el desenlace del asunto, por otra parte, ayer se conmemoró en el Centro Cultural de Los Pinos, la ex residencia presidencial de los gobiernos del PRIAN, el 72 aniversario del asalto al Cuartel Moncada, semilla de la Revolución Cubana.
El evento fue convocado por uno de los activistas del Movimiento Estudiantil de 1968, reprimido a sangre y fuego por el presidente priista Gustavo Díaz Ordaz, el escritor y analista político Arturo Martínez Nateras.
Uno de los invitados a recordar el acontecimiento fue el tampiqueño Maestro y catedrático de la UAT, Jesús Sandoval Acuña, quien, al lado de los dirigentes del Consejo Nacional de Huelga, Raúl Álvarez Garín, Luis Tomás Cervantes, Roberto Escudero, el actual titular de la UIF, Pablo Gómez Álvarez, Luis González de Alva, Gilberto Guevara Niebla, Salvador Martínez De la Roca y Marcelino Perelló, entre otros, la mayoría fallecidos, ayudó a forjar el actual régimen de libertades que vive la República.
Apoyados por la sociedad de la época, contribuyeron también a aniquilar mediante el voto ciudadano al gobierno represor y antidemocrático del PRI y a construir la actual democracia, gracias al cual llegaron a la presidencia Andrés Manuel López Obrador y la primera mujer presidenta de México.
También a abrir la puerta del poder presidencial a los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, que traicionaron la lucha estudiantil, pues tan pronto asumieron el cargo pusieron al gobierno al servicio de los enemigos d México, empezando por los Estados Unidos de América, que respaldó los fraudes electorales y el saqueo del país a lo largo de más de 70 años.
Amenaza que no hay que olvidar nunca a la hora de acudir a las urnas a elegir a nuestros gobernantes.
POR JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ
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