CIUDAD VICTORIA, TAM.- El norte de Tamaulipas se encamina a un escenario crítico para el próximo ciclo agrícola. Así lo dio a conocer a Expreso el secretario de Recursos Hidráulicos para el Desarrollo Social, Raúl Quiroga Álvarez, mismo que advirtió que el Distrito de Riego 025 podría iniciar la temporada sin disponibilidad de agua para riego, debido a la severa sequía que afecta al Río Bravo y a las presas internacionales que lo alimentan.
Pero dentro de lo malo, algo hay de bueno, pues actualmente, los productores del 025 acaban de concluir la cosecha no requieren agua de forma inmediata. Sin embargo, el problema apenas se avecina, pues de acuerdo al funcionario estatal, este se agudizará cuando deban arrancar los riegos de asiento para preparar la siembra, que, de acuerdo a los calendarios oficiales es entre octubre y diciembre.
“Si hoy hiciéramos el balance, el distrito tendría cero agua para riego; así de seria es la situación”, señaló el funcionario.
Esta crisis contrasta con la condición del vecino Distrito 026, que no tendrá dificultades gracias a que las presas El Cuchillo y Marte R. Gómez mantienen buenos niveles de almacenamiento. Lo mismo ocurre en el centro y sur del estado, donde la Vicente Guerrero está al 59% de su capacidad (con más de dos mil millones de metros cúbicos) y las presas Ramiro Caballero y Emilio Portes Gil se encuentran prácticamente llenas.
El déficit en el 025 se debe a la falta de aportaciones desde las presas internacionales, cuya recuperación depende de lluvias significativas en la cuenca alta del Río Bravo, algo que hasta ahora no ha ocurrido. Sin esa recarga, la autoridad estatal reconoce que no hay margen para garantizar el agua de los cultivos.
Mientras tanto, otros distritos como el 086, dependiente de la Presa Vicente Guerrero, sí tendrán asegurado el recurso para irrigar sus 22 mil hectáreas, iniciando con el riego de presiembra en Abasolo hacia el 20 de diciembre y continuando con la siembra de maíz del 15 de enero al 15 de febrero y de sorgo del 15 de enero al 15 de marzo.
De igual modo, la situación de los caudales en general refleja el impacto de la sequía. “A la presa Vicente Guerrero le están entrando apenas 4 metros cúbicos por segundo, lo que no es nada; se evapora más de lo que recibe”, comentó Quiroga Álvarez.
Antonio H. Mandujano




