México y Estados Unidos acordaron un combate conjunto al gusano barrenador para poder abrir la frontera al ganado mexicano.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos construirá una planta de producción de moscas estériles en Edinburg, Texas, en la frontera con Tamaulipas, para combatir el gusano barrenador del Nuevo Mundo. La nueva planta de producción se ubicará junto a una instalación de dispersión de moscas estériles ya anunciada en la base aérea de Moore, en Mission, y tendrá capacidad para producir 300 millones de moscas estériles del gusano barrenador a la semana. A través de la firma de un plan binacional en la emergencia contra el gusano barrenador de ganado, México y Estados Unidos acordaron de manera oficial la regionalización del territorio nacional.
En el acuerdo firmado por Brooke Rollins, titular del Departamento de Agricultura de Estados Unidos y Julio Berdegué, de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), se determinaron medidas clave como la regionalización de la producción ganadera del territorio mexicano, el establecimiento de un protocolo para la importación segura de ganado sano por vía marítima, así como el monitoreo en trampas atrayentes de moscas, además de la movilización de unidades certificadas.
La regionalización es un mecanismo por el cual las importaciones de un país se realizan desde zonas libres de enfermedades fitosanitarias y plagas. “Este Plan de Acción representa un logro que refleja el nivel de colaboración entre ambos países en la lucha contra el gusano barrenador del ganado (GBG). “Por primera vez se cuenta con un documento que establece objetivos, metas, acciones, presupuestos y protocolos técnicos”, detalló la Sader. Para la Secretaría este acuerdo es un paso fundamental para reanudar las exportaciones mexicanas, las cuales fueron nuevamente suspendidas el pasado 10 de julio, tras sólo dos días de envíos, y que siguen sin reanudarse.
“México propuso desde hace tiempo la preparación de un plan de acción de este tipo, con el objetivo de formalizar los compromisos de ambas partes y, muy especialmente, de brindar certidumbre y predictibilidad a las y los ganaderos, exportadores de ganado, empresas engordadoras para el mercado nacional y a la industria de la carne”, apuntó la dependencia mexicana.
Hasta la fecha, no se han presentado casos de gusano barrenador en ganado de Tamaulipas. Para evitarlo, las autoridades estatales han limitado el ingreso de animales provenientes de estados con presencia de la larva, y los productores locales intensifican la vigilancia y el cuidado de sus hatos, conscientes de que se trata de un tema que también impacta la salud pública. Alicia González Muñoz, presidenta en Tamaulipas de Mujeres Ganaderas de México (MUGAM), reconoció en primera instancia que el blindaje implementado por el gobierno estatal ha sido un paso importante para proteger a la entidad. “De esta manera se logra proteger un poco más a la ganadería tamaulipeca, sin embargo, nos mantenemos alertas ante cualquier caso dentro de nuestras ganaderías, además de que fomentamos la información a la comunidad al tratarse de un tema de salud pública”, dijo.
Ángel Lara Martínez, secretario general de la Confederación Nacional Campesina (CNC), subrayó que los ganaderos realizan revisiones constantes para detectar cualquier posible infestación, prestando atención a heridas, ombligos de becerros recién nacidos o lesiones provocadas por descornes y mordidas de murciélagos.
“Otra de las acciones muy importantes es que muchos ganaderos aplicamos ivermectina como desparasitante, tanto para internos como externos, y eso previene por supuesto a la larva del gusano barrenador”. “Creo que no nos vamos a dejar los ganaderos de Tamaulipas y no vamos a permitir que lleguemos a hablar de otro tipo de situación respecto a esta enfermedad”, puntualizó.
POR ANTONIO H. MANDUJANO
