TAMAULIPAS, MÉXICO.- Ante la combinación de la sequía meteorológica (lluvias), bajos precios a la cosecha, altos costos de producción, políticas agrarias (nacionales e internacionales) y otros embates que vive actualmente el campo mexicano, muchos campesinos han optado mejor por rentar o traspasar sus tierras, pues lo que antes era una generosa fuente de ingresos, hoy ya no lo es más.
Lo anterior fue dicho a Expreso por el gerente de la Unión Agrícola Regional del Norte de Tamaulipas (UARNT), Juan Manuel Salinas Sánchez, quien explicó que, pese a los esfuerzos por mantener la actividad, las condiciones climáticas en los últimos años han complicado el ciclo agrícola.
Por tanto, ahora el negocio ya no es sembrar, levantar y comercializar, sino mejor, ofrecer parcelas por alquiler o arrendamiento.
“La tierra está muy seca, se batalla para realizar las labores de rastreo o barbecho, y las lluvias no se han presentado como se esperaba en agosto y septiembre, que son meses clave para el campo en esta región”, señaló.
De acuerdo con Salinas Sánchez, la canícula prácticamente transcurrió sin lluvias, dejando sin humedad los suelos ya agotados por los cultivos anteriores.
Esta situación se agrava en municipios del norte como Matamoros, Reynosa, Miguel Alemán y Camargo, donde el Monitor de Sequía en México reporta afectaciones severas, a diferencia del centro y sur del estado que mantienen mejores condiciones.
Pero el panorama económico también es adverso.
En dicho tema, el gerente de la UARNT subrayó que los precios de los granos no repuntaron como se esperaba, lo que, sumado a los costos de producción que rondan los 11 mil 500 pesos por hectárea, ha generado pérdidas para los agricultores.
“Si los rendimientos no superan las 2.5 toneladas, el productor no logra recuperar la inversión, mucho menos obtener ganancias”, explicó.
Y ante esta realidad, muchos agricultores han tomado la decisión de dejar de sembrar, o bien, ceder sus parcelas.
“Hay gente que está pasando las tierras a otras personas que las requieran, rentando terrenos para no seguir acumulando deudas”, dijo.
Salinas Sánchez recordó que la agricultura no solo impacta al productor, sino a toda la economía regional, pues es la actividad economía primaria donde su importancia radica en ser la base de la alimentación humana y animal, proveer insumos para otras industrias y generar ingresos.
Por lo que es un paso clave en el desarrollo de la humanidad al permitir una mayor disponibilidad de recursos y el crecimiento de la población.
“El dinero que se invierte en semillas, combustibles, maquinaria y agroquímicos mueve a la ferretería, las gasolineras, los restaurantes y a muchos comercios locales».
«Si el campo se frena, toda la región lo resiente”, advirtió.
Con el ciclo agrícola en marcha y la incertidumbre sobre las lluvias y los precios, el líder agrícola reconoció que el futuro inmediato luce complicado para el norte de Tamaulipas.
Por. Antonio H. Mandujano




