CIUDAD VICTORIA, TAM.- En Tamaulipas viven actualmente más de 68 mil personas nacidas en el extranjero, lo que representa cerca del 2 por ciento de la población total del estado, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI. Esta cifra coloca a la entidad en el quinto lugar nacional con mayor presencia de extranjeros radicados.
La concentración de esta población se da principalmente en municipios fronterizos como Matamoros (18 mil 214 residentes), Nuevo Laredo (17 mil 708) y Reynosa (15 mil 64). Sin embargo, en la capital, Ciudad Victoria, también se contabilizan 1 mil 481 personas con origen extranjero, una cifra menor en comparación con las ciudades de la franja norte, pero significativa en un contexto alejado de la frontera.
Nacionalidades predominantes
La gran mayoría de extranjeros avecindados en Tamaulipas tienen su origen en Estados Unidos, con un 89 por ciento del total estatal. Esta cifra responde a la cercanía con la frontera y a las familias binacionales que mantienen lazos en ambos países.
Después de los estadounidenses, destacan las comunidades de Honduras (3 por ciento), Cuba (3 por ciento) y un porcentaje menor de países como Venezuela, Haití, España, Brasil, Japón y China, entre otros.
El Instituto Tamaulipeco para los Migrantes (ITM) detecto al menos cuatro migrantes viviendo en la vía pública en Victoria durante el 2024, todos ellos provenientes de Venezuela. A través de brigadas de asistencia, se les ha orientado sobre sus derechos, el uso de la aplicación CBP One para pedir asilo en Estados Unidos, y la posibilidad de permanecer de manera regular en la capital.
“Son personas que llegaron sin recursos, algunos con familias en el norte del país y otros sin ningún contacto. Lo que hacemos es vincularlos con albergues temporales o darles asistencia básica para que definan si continúan su tránsito o buscan establecerse aquí”, explicó personal del ITM en entrevista.
Aunque no abundan los testimonios directos, se sabe que muchos migrantes en Tamaulipas han tenido que reinventarse laboralmente, dedicándose a la construcción, el comercio informal y servicios de oficios, mientras que mujeres y niños logran incorporarse a la escuela o a programas de apoyo social.
¿Siguen llegando nuevos migrantes?
El flujo de extranjeros hacia Tamaulipas ha cambiado en el último año. De acuerdo con datos de la autoridad migratoria y organizaciones de apoyo, el número de migrantes varados en el estado descendió de casi 30 mil personas a poco más de 650 en junio de 2025.
Pese a la baja, el fenómeno no ha desaparecido. La crisis venezolana y los movimientos de población desde Haití y Centroamérica continúan empujando a familias a buscar refugio en México. Tan solo en 2024 se contabilizaron cerca de 4 mil migrantes refugiados en territorio tamaulipeco, incluidos 460 niñas, niños y adolescentes, principalmente en municipios de la frontera norte.
En la capital, los casos son menos numerosos pero evidencian un cambio: no todos buscan ya llegar a Estados Unidos. Algunos, al enfrentar los obstáculos de las nuevas políticas migratorias norteamericanas, optan por establecerse en México y rehacer su vida en lugares como Ciudad Victoria.
El arraigo de extranjeros en Tamaulipas también se refleja en la economía. En los municipios fronterizos, los migrantes se han insertado en la construcción, el comercio en mercados populares, trabajos de albañilería y servicios domésticos.
En los casos donde logran regularizar su estancia, algunos acceden a empleos formales en el sector agrícola, manufactura o servicios, con prestaciones laborales.
En la capital, aunque en menor escala, se observan extranjeros integrados en pequeños negocios familiares, restaurantes, comercio informal y oficios diversos. La presencia de comunidades estadounidenses ha dejado huella en actividades inmobiliarias y de servicios, mientras que migrantes latinoamericanos se concentran en oficios manuales y ventas ambulantes.
Una oportunidad y un reto
Para especialistas, la población extranjera representa un desafío social y humanitario, pero también una oportunidad económica para Tamaulipas.
“Son personas que llegan con formación, con oficios y con ganas de trabajar. Si el Estado y los municipios logran establecer programas de integración laboral, pueden convertirse en un motor de crecimiento y no solo en una problemática asistencial”, señalan académicos de la UAT consultados en foros sobre migración.
Mientras tanto, en Ciudad Victoria, los rostros de migrantes muestran que la movilidad humana sigue siendo parte de la realidad local. Historias de vida que transitan entre la búsqueda de refugio, la esperanza de cruzar al norte o el deseo de iniciar de nuevo en un lugar distinto al que dejaron atrás.
Por Raúl López García
Expreso-La Razón




