La senadora del PAN, Lilly Téllez, rebasó recientemente todos los limites como integrante de la oposición, la legisladora pasó de los insultos rabiosos y los gritos sin argumentos a la comisión de uno de los delitos más graves en los que puede incurrir un servidor público, la traición a la patria.
No es la primera opositora a la 4T que lo hace, anteriormente lo hicieron también los legisladores panistas Ricardo Anaya Cortés, Gabriel Quadri y el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, quienes avalaron la intervención militar de los Estados Unidos a México.
La senadora Téllez, vocera del dueño de TV Azteca Ricardo Salinas Pliego, viajó exprofeso a los Estados Unidos y en una entrevista al canal de televisión de ideología conservadora como el PAN, Fox News, hablo en nombre del pueblo de México a sabiendas de que, como senadora plurinominal, solo representa a su Estado natal y de que el nivel de preferencias es una de los más pobres del partido albiceleste.
Su objetivo es claro, acaparar la atención de la opinión pública y provocar al gobierno para que emprenda una acción legal en su contra, victimizarse y elevar sus bonos políticos de Acción Nacional que se encuentran en uno de los puntos más bajos de los últimos años.
Pero lo ha hecho de la peor manera, cometiendo un delito de traición a la patria tipificado y sancionado por el artículo 123 del código penal federal que a la letra dice: se impondrá la pena de prisión de cinco a cuarenta años y multa de hasta cincuenta mil pesos al mexicano que cometa traición a la patria en alguna de las formas siguientes:
I.- Realice actos contra la independencia, soberanía o integridad de la Nación mexicana con la finalidad de someterla a persona, grupo o gobierno extranjero, II.- Tome parte en actos de hostilidad en contra de la nación, mediante acciones bélicas a las órdenes de un Estado extranjero o coopere con este en alguna forma que pueda perjudicar a México.
La traidora confesa y reincidente ya consiguió el alboroto, lamentablemente el impacto ha sido negativo, ya que en vez de conseguir adeptos a la bandera de la derecha los ha ahuyentado y todo indica que el infortunio, producto de la desesperación y la impotencia, les cobrará la factura en las urnas en el proceso electoral de 2027.
Igual que Alito Moreno, el descrédito de la legisladora panista es tan acentuado que el principal afectado no ha sido el gobierno ni Morena, sino la apropia agrupación política en la que milita, que ha resuelto apoyarla, a pesar del antigringuismo que reina en las clases populares, que ha crecido en los últimos meses debido al trato de criminales de alta peligrosidad que el gobierno de Trump ha dado a los migrantes mexicanos.
En los Estados Unidos, como en Rusia, han impuesto a este tipo de políticos el mote despectivo de “idiota útil”, como dicen en el Capitolio al senador por Louisiana, John Kennedy, quien, como Lilly Téllez, también es partidario del envío de tropas a México a combatir a los cárteles de la droga.
A causa de sus desplantes de desquiciada, no son pocos los que ya la llaman “la loca del senado”.
Otro legislador que también se ha ganado a pulso el apodo de idiota útil es el priista Alito Moreno pues a causa de sus mentiras y corruptelas, no solamente ha hundido al PRI, sino que ha ayudado a la Cuarta Transformación a ganar la presidencia, lo mismo que la mayoría legislativa del congreso federal y los congresos estatales.
Por eso no le han quitado el fuero ni encarcelado al campechano. Con la señora Téllez seguramente ocurrirá lo mismo, los estrategas de la izquierda están seguros de que los desatinos de Lilly beneficiarán a la bandera política morenista.
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