TAMAULIPAS, MÉXICO.- El panorama laboral de Tamaulipas en el segundo trimestre de 2025 muestra luces y sombras.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) publicada por el INEGI, más personas consiguieron trabajo y disminuyó la subocupación; sin embargo, la informalidad laboral creció de manera preocupante y la industria manufacturera perdió empleos en un contexto de presiones económicas globales.
Más ocupación, pero con cambios sectoriales
La población económicamente activa (PEA) alcanzó 1.7 millones de personas, lo que representa una tasa de participación de 60.3 %. De ese total, 1.6 millones estaban ocupadas, es decir, 41 mil más que en 2024.
El crecimiento no fue parejo. La industria manufacturera, uno de los motores económicos del estado, perdió 17 mil empleos, quedando en 19.3 % de la ocupación total. Por el contrario, los servicios fueron los grandes ganadores: el sector de transportes y almacenamiento sumó 27 mil trabajadores, mientras que restaurantes y alojamiento crecieron en 14 mil, al igual que los servicios diversos. El sector terciario ya concentra 65.3 % de los empleos en Tamaulipas.
En cuanto a la jornada laboral, la mitad de los trabajadores (50.4 %) labora entre 35 y 48 horas semanales, con un promedio estatal de 41 horas.
La informalidad: el mayor reto
El dato más preocupante es el aumento en la informalidad laboral, que pasó de 42.2 % en 2024 a 46.4 % en 2025. Esto significa que 768 mil tamaulipecos trabajan sin seguridad social ni prestaciones, 88 mil más que un año atrás.
El impacto fue mayor en las mujeres: 48.8 % de ellas se encuentra en la informalidad frente a 44.8 % de los hombres. Los micronegocios fueron los que más empleos absorbieron: 581 mil personas, un aumento de 43 mil en un año. En contraste, los grandes establecimientos perdieron 11 mil puestos de trabajo.
En materia de ingresos, el 51.1 % de los ocupados gana hasta un salario mínimo, aunque esta proporción bajó respecto al 56.1 % del año anterior. Creció el número de quienes perciben entre uno y dos salarios mínimos, lo que sugiere una ligera mejora en la distribución del ingreso.
Desempleo y subocupación: señales mixtas
La tasa de desocupación subió de 3.4 % a 3.7 %, equivalente a 63 mil personas sin empleo. El aumento afectó más a los hombres (3.6 %, +0.6 puntos), mientras que en las mujeres bajó a 3.8 %.
La subocupación, en cambio, mejoró: descendió de 11.0 % a 9.5 %, con 21 mil personas menos en esta situación. Actualmente, 157 mil tamaulipecos trabajan menos horas de las que desearían.
Género y población no activa
La brecha de género sigue siendo evidente: solo 47 de cada 100 mujeres en edad de trabajar forman parte de la fuerza laboral, frente a 75 de cada 100 hombres.
La población no económicamente activa (PNEA) llegó a 1.1 millones, de los cuales 135 mil personas están disponibles para trabajar, aunque no buscan empleo activamente. Este sector podría incorporarse al mercado si las condiciones económicas mejoran.
Implicaciones: crecimiento con precariedad
El balance de la ENOE revela un estado en transición: más empleos, pero de menor calidad. La pérdida de puestos en la manufactura y el aumento en la informalidad ponen de relieve la necesidad de políticas que fortalezcan la formalización, la capacitación laboral y la generación de empleos con seguridad social.
Con un entorno global en el que el nearshoring y la logística ofrecen oportunidades, Tamaulipas tiene potencial para diversificar su economía. Sin embargo, la pregunta sigue abierta: ¿puede el estado crecer sin dejar a la mitad de sus trabajadores en la informalidad?
Por Raúl López García
