A diferencia de lo que ocurría en el pasado, los nuevos magistrados y jueces del poder judicial de Tamaulipas, igual que sus homólogos de la federación, no responderán a las cúpulas del gobierno que los designaron, sino al mandato popular que los llevo al cargo mediante el sufragio.
Así quedó asentado en el acto de rendición de la protesta de ley de los integrantes del nuevo poder judicial de la entidad, que ahora no deben el puesto, como sus antecesores, al presidente, tampoco a legisladores ni al gobernador en turno, sino a la ciudadanía.
En ese entendido el compromiso de transparencia y resultados que adquirieron y tienen que dejarse notar y pronto, como expresó el gobernador Américo Villarreal, testigo de honor del acontecimiento, no tendrán que someterlo a la aprobación del gobierno sino de la comunidad, que es la que manda, como establece la constitución.
Como será el de abatir el rezago de juicios, particularmente de los que se encuentran en la etapa de sentencia, señalado por la presidenta del PJ, la magistrada Tania Contreras, primera mujer que accede al cargo y cuya elección constituye un reconocimiento al liderazgo femenino y a la paridad de género, que se tratará de agilizar, según adelantó, mediante la creación de una central de ese tipo de veredictos.
EL OPTIMISMO DEL PAN
En temas de otra índole, no obstante las circunstancias de adversidad y las pugnas internas en las que se debate el PAN de Tamaulipas, que podrían acentuarse en la renovación de los cuadros del año que viene, algunos panistas piensan que la agrupación recuperará en los procesos electorales de 2027 y 2028 el terreno político perdido en los de 2022 y 2024.
El diputado federal y exalcalde de Tampico, Chucho Nader, es uno de ellos. Desde la óptica del legislador albiazul, Acción Nacional podría volver a gobernar los municipios de Reynosa, Nuevo Laredo, Matamoros, Victoria, el Mante, Tampico, Madero y Altamira, ahora en poder de Morena.
Habría que preguntar, sin embargo, cuáles fueron las razones por las que después de que el PAN sacó al PRI del gobierno del Estado en el 2016, seis años después el partido albiazul fue sacado por el de la 4T de la gubernatura y se afianzó como la primera fuerza política estatal.
Una de las principales fue sin duda el rechazo popular y entre los propios simpatizantes de la agrupación de la derecha al gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca.
Un factor que aún persiste y que todo indica que podría reactivarse en el relevo de los cuadros directivos estatales programados para principios del año entrante, si, como se dice, el exgobernador trata de imponer, como lo hizo con Luis René Cantú Galván, a otro de sus incondicionales.
Casos concretos de la senadora Imelda Sanmiguel o la aspirante a secretaria general del CDE de la planilla del Truko César Verástegui Ostos, Gloria Elena Garza, las dos integrantes distinguidas del clan cabecista, si, como se afirma, el sucesor o sucesora del Cachorro no será hombre sino mujer.
Las discrepancias entre los militantes del PAN de Tampico, por ejemplo, resurgieron en la elección del nuevo comité directivo municipal del 14 de septiembre, que ganó Beatriz Rodríguez por 24 votos a Lizbeth García, no se descarta que vuelvan a reavivarse en el próximo cambio del comité directivo estatal que está a la vista.
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