5 diciembre, 2025

5 diciembre, 2025

Cuando el agua duele

RAZONES/MARTHA IRENE HERRERA

Las imágenes que nos han llegado desde el norte de Veracruz son estremecedoras.

La madrugada del viernes 10 de octubre, el río Cazones se desbordó tras las intensas lluvias, desatando una tragedia que golpeó con fuerza a Poza Rica, Álamo y otros municipios de la región.

El agua arrasó con calles, viviendas y vehículos, dejando a su paso lodo, destrucción y una profunda sensación de desamparo.

Familias enteras lo perdieron todo en cuestión de horas. Lo que ayer era hogar, hoy son ruinas empapadas.

La magnitud de la inundación no ha sido cuantificada todavía. Hay víctimas mortales; se han reportado personas que no pudieron escapar a tiempo, un dolor que enluta a familias y comunidades enteras.

En medio de esa tragedia, una imagen se ha quedado grabada en la memoria colectiva: la de una abuelita sentada en medio del agua, abrazada por su esposo, que de pie intenta sostenerla, protegerla, resistir junto a ella.

Gracias a Dios fueron rescatados, pero la escena resume el miedo, la vulnerabilidad y también la esperanza que sobrevive aun en medio del desastre.

Las redes sociales se han convertido en refugio para la búsqueda y la solidaridad.

Circulan fotografías de personas desaparecidas, listas con nombres de quienes han sido localizados en los albergues, y mensajes desesperados de quienes aún no tienen noticias de sus familiares.

En medio del caos, la empatía florece. Ciudadanos que ayudan, voluntarios que rescatan, cuerpos de auxilio que no descansan.

Cada mensaje, cada donación, cada gesto cuenta. Los habitantes del norte de Veracruz necesitan de todos.

Lo que podamos aportar en los centros de acopio será poco frente a la magnitud del daño, pero inmenso para quienes lo han perdido todo.

La tragedia también nos llama a reflexionar. La naturaleza nos está hablando —o quizá reclamando— por los abusos y el descuido de tantos años.

En el sur de Tamaulipas no estamos exentos. Vivimos rodeados de agua y con un sistema hidráulico deficiente, que cada temporal pone a prueba. Las aguas bajarán, sí, pero el dolor quedará mucho tiempo. Ojalá que también permanezca la conciencia.

madis1973@hotmail.com

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