CIUDAD VICTORIA, TAM.- Desde el 2018 a la fecha, el campo tamaulipeco opera bajo un nuevo mapa institucional, luego que el Gobierno Federal impulsara una de las reestructuraciones más profundas en materia agropecuaria.
Dependencias históricas fueron eliminadas o fusionadas, mientras que nuevos organismos asumieron tareas clave que antes estaban distribuidas en múltiples oficinas y programas.
Entre los cambios más significativos destaca la eliminación de la Subsecretaría de Agricultura, (desde el 1 de octubre del 2020) una pieza central de la antigua SAGARPA que operaba programas técnicos, de apoyo y de coordinación estatal. Su desaparición dejó a la actual Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) con un modelo más compacto, pero también con menos brazos operativos en territorio. Otra transformación profunda fue la desaparición de Diconsa y Liconsa como entes separados.
Ambos organismos fueron fusionados para dar paso a Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), que absorbió la distribución de alimentos básicos y el manejo del programa de Precios de Garantía, una herramienta fundamental para la comercialización de granos en estados como Tamaulipas.
También quedaron atrás los esquemas operados por Aserca, la instancia que antes apoyaba la comercialización agrícola mediante coberturas y compensaciones (subsidios) y que desde el 2021 cerró definitivamente,dejando sin respaldo económico a miles de productores tamaulipecos que lograban salir adelante en sus siembras cuando su economía se veía afectada.
Programas tradicionales como Procampo/ Proagro y los recursos de Concurrencia con Entidades Federativas, donde la Federación y los estados invertían 50% cada uno para maquinaria, infraestructura y tecnificación, fueron eliminados como parte del nuevo enfoque federal. En sustitución de estas estructuras, el gobierno federal impulsó un modelo centralizado que se basa en apoyos directos, insumos gratuitos y control estatal de precios y distribución. Entre las nuevas piezas clave destacan: Segalmex, organismo surgido de la fusión de Diconsa y Liconsa, hoy responsable de los Precios de Garantía, que fija precios mínimos a productos básicos con impacto directo en la región norte de Tamaulipas.
Producción para el Bienestar, programa que reemplaza oficialmente a Procampo/Proagro y que actualmente distribuye apoyos directos sin intermediarios. Tamaulipas figura como estado prioritario en su operación por su peso en la producción de granos. Programa de Fertilizantes para el Bienestar, recientemente ampliado al estado, que otorga insumos gratuitos a productores de cultivos estratégicos como el maíz.
Programa Nacional de Tecnificación de Riego, gestionado por Conagua, que opera con una inversión histórica superior a 7 mil millones de pesos en el Distrito 025 Bajo Río Bravo, una obra sin precedente para la infraestructura hidroagrícola del estado. EL ESTADO REORGANIZA SUS CONTRAPARTES Mientras que en el ámbito federal hubo recortes y fusiones, en Tamaulipas la Secretaría de Desarrollo Rural, Pesca y Acuacultura (SDRPyA) reorganizó su catálogo de programas para adaptarse al nuevo esquema nacional, operando líneas como S107, U043 y U104, enfocadas en desarrollo productivo, atención emergente y fortalecimiento de inversiones.
Pero esta transición ha generado opiniones contrastantes entre los productores tamaulipecos. Algunos aplauden la simplificación burocrática y los apoyos directos; otros señalan que la desaparición de dependencias técnicas y de comercialización dejó huecos operativos que aún no se han resuelto.
Lo cierto es que el campo de Tamaulipas hoy trabaja bajo una estructura completamente distinta: menos dependencias, más centralización y un énfasis en insumos directos y tecnificación de riego, en un intento de reordenar un sector que llevaba años reclamando inversión y certidumbre. LLAMAN AL DIÁLOGO La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) llamó a tomar la vía del diálogo como la alternativa para solucionar las diferentes problemáticas manifestadas por los productores del campo. A través de una tarjeta informativa, la dependencia llamó a identificar soluciones a las diferentes problemáticas expresadas por una serie de bloqueos organizados desde mediados de octubre.
“Reiteramos que la vía del diálogo es la mejor solución para atender y resolver los problemas. No es con bloqueos, que afectan a la ciudadanía, ni poniendo por delante intereses partidistas, como se pueden solucionar los conflictos”, aseguró la dependencia. Para el próximo lunes 24 de noviembre, productores de todo el País alistan una serie de manifestaciones a nivel nacional en demanda de mejoras en los precios de comercialización de maíz, trigo y otros granos básicos, afectados por la disminución de los precios internacionales. Asimismo, las manifestaciones incluirán además de la toma de carreteras y autopistas, los bloqueos en aduanas, lo cual afectaría el comercio internacional.
Sader aseguró que ante las manifestaciones, una comisión de la Cámara de Diputados recibirá a los manifestantes. Cabe recordar que, tras la primera manifestación organizada el pasado 14 de octubre, Sader entabló una serie de reuniones, en donde se determinó un precio de comercialización de poco más de 7 mil pesos. Sin embargo, este acuerdo sólo incluye a agricultores de Guanajuato, Jalisco y Michoacán, que representan poco más del 30 por ciento de la producción nacional.
POR ANTONIO H. MANDUJANO




