TAMPICO, TAMAULIPAS.- Con profundo dolor, Graciela Rangel Castillo, madre de René Gabriel, presentó una queja pública por una serie de presuntas irregularidades ocurridas tras el fallecimiento de su hijo, registrado a las 2:11 de la madrugada del 28 de noviembre en el Hospital ISSSTE Tampico.
Relató que, pese a que el deceso ocurrió a primeras horas de la tarde, la familia fue notificada hasta aproximadamente las 3:15.
Al solicitar el reporte médico y de enfermería, aseguró que el contenido del documento no corresponde con lo ocurrido, pues se señala que un familiar se negó a subir a identificar al paciente, hecho que —afirma— es falso y cuenta con testigos.
La madre narró que al llegar al área de terapia intensiva, el cuerpo de su hijo ya no se encontraba en su cama, y posteriormente tuvieron que esperar siete horas y media para que se les entregara el certificado de defunción.
El argumento recibido fue una supuesta lentitud en la plataforma digital, versión que la familia rechaza.
Explicó que la verdadera causa del retraso fue la ausencia de personal médico con e-firma vigente, indispensable para emitir el certificado. “En más de siete horas no hubo un solo médico con la e-firma necesaria para realizar el trámite”, denunció.
Graciela Rangel también señaló que durante la estancia hospitalaria de su hijo constató la falta de médicos en los turnos vespertinos y nocturnos en áreas críticas como terapia intensiva e intermedia, situación que —afirmó— no solo afectó a su hijo, sino a otros pacientes que presentaron crisis sin contar con atención médica inmediata.
Aclaró que no acusa directamente de negligencia al neurocirujano ni al médico del turno matutino, reconociendo que la condición médica de su hijo, diagnosticado con hidrocefalia y posteriormente en coma, pudo haberse complicado; sin embargo, subrayó que la ausencia de personal en turnos clave refleja una deficiencia estructural del servicio.
Por su parte, el familiar Francisco Javier Rangel Castillo respaldó la denuncia y señaló graves carencias en el Hospital ISSSTE Tampico, desde problemas de limpieza y mantenimiento, filtraciones de agua en pasillos durante lluvias, hasta la presencia de animales en áreas del inmueble durante la noche.
También expuso que el servicio de tomografía no ha estado disponible desde hace meses, lo que obliga a las familias a trasladar a los pacientes a clínicas privadas, asumiendo costos elevados. Añadió que incluso medicamentos han tenido que ser adquiridos por los propios familiares.
La familia hizo un llamado a las autoridades del ISSSTE y a los organismos correspondientes para revisar las condiciones del hospital, al considerar que no es justo que las personas fallezcan sin un trato digno ni que los familiares enfrenten demoras prolongadas en momentos de profundo dolor.
“Las personas merecen respeto aún después de la muerte”, concluyó Graciela Rangel Castillo, al señalar que esta queja no solo busca justicia para su hijo, sino evitar que otras familias atraviesen por una situación similar.
Por. José Luis Rodríguez Castro
Expreso -La Razón




