18 diciembre, 2025

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GDO, LEA, ALM y JLP, agentes de la CÍA

ENROQUE/JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ

A diferencia de los jóvenes de la década de 1960 y siguientes, cuando la mayoría de ellos, especialmente los estudiantes, eran antipriistas porque habían comprobado y sufrido en carne propia que los gobernantes surgidos de ese partido político prohibían las libertades constitucionales y reprimían mediante el uso de la fuerza o encarcelaban a los participantes de cualquier manifestación contra el gobierno, algunos de la actualidad aún respaldan al PRI y al PAN.

Una de las causas, es que desconocen cómo gobernaba el Revolucionario Institucional y que Acción Nacional es una agrupación política que sirve a los intereses de los Estados Unidos.

Muchos jóvenes desconocen incluso que algunos de los presidentes de la República, casos concretos de Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo, eran agentes encubiertos de la Agencia Centra de Inteligencia de los Estados Unidos, la CIA por sus siglas en inglés, bajo el criptónimo de Litempo, los ojos del servicio de inteligencia y espionaje del imperio de las barras y las estrellas.

De acuerdo con documentos de la Agencia Nacional de Archivos desclasificados por el gobierno de Washington, en el contexto del movimiento estudiantil de 1968, por ejemplo, los mandatarios, entre otros altos funcionarios del gobierno mexicano, proporcionaban información clave a la agencia de la Unión Americana sobre la situación política interna al Jefe de Estación estadounidense en México, Winston Scott, a través de la operación Litempo que reclutó informantes en el gobierno para vigilar a nuestro país de la posible amenaza comunista.

Echeverría llegó al punto de infiltrar a las embajadas de Cuba y la Unión Soviética en México para enviar información secreta a la central de inteligencia, en tanto que López Portillo era el enlace o encargado de las operaciones de la CIA en nuestro país, antes de asumir la presidencia.

Para recompensar los servicios que el gobierno de México prestaba al de Estados Unidos, este perseguía a los opositores al régimen del PRI, dejaba que el gobierno priista reprimiera violentamente las protestas estudiantiles, como las de 1968 y el jueves de Corpus de 1971, las desapariciones forzadas de guerrilleros, activistas sociales y disidentes a lo largo de la «guerra sucia» (1965-1990), que violara impunemente los derechos humanos, toleraba los fraudes electorales a los que recurría el partido oficial para mantenerse en el poder y evitar por todos los medios que los partidos opositores, particularmente los de izquierda, llegaran a la presidencia de la República.

De palabra, el Revolucionario Institucional presumía de nacionalista y antigringo, en los hechos, sin embargo, como el PAN, actuaba como filial del gobierno de Norteamérica.

La alianza electoral del PRI, el PAN, a la que se sumó el PRD cuando el partido amarillo era dirigido por los Chuchos, Jesús Zambrano y Jesús Ortega, demostró que el PRIAN, nombre con el que los bautizó el periodista Froylán López Narváez y lo llamara Andrés Manuel López Obrador, eran exactamente lo mismo, partidos políticos de derecha que acataban sumisamente las órdenes impuestas desde la Casa Blanca, como ahora ya es del dominio público.

Además de la matanza de Tlatelolco, hubo otras masacres de los gobiernos del PRI, como las de Aguas Blancas, de Atoyac de Álvarez, Gro, de 1995, perpetrada durante el gobierno del presidente Ernesto Zedillo, en donde fueron asesinados 17 campesinos; la ocurrida en Acteal, Chiapas, en 1997, en la que fueron masacrados 45 indígenas; la de San Salvador Atenco, Estado de México, de 2006 cuando la policía mató a dos personas y los agentes violaron a mujeres, que defendían la tierra en la que el gobierno del presidente Fox pretendía construir el aeropuerto de Texcoco.

Y uno de los más recientes y conocidos por las nuevas generaciones, el asesinato de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Gro. cometido en 2014 por efectivos de seguridad en el sexenio de Enrique Peña Nieto.

En la mayoría de estos crímenes de Estado, los responsables no fueron juzgados.
jlhbip2335@gmail.com
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