CIUDAD VICTORIA, TAM.- Celebrar la Navidad y el Año Nuevo en casa será más caro este 2025 para las familias mexicanas. De acuerdo con un análisis y monitoreo de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), el costo promedio de una cena para 15 personas alcanza los 17 mil 100 pesos, lo que representa un gasto aproximado de mil 140 pesos por integrante.
El estudio detalla que los platillos tradicionales como pavo, pierna, bacalao, además de guarniciones, puré, pastas y relleno, concentran el mayor desembolso, con un estimado de 7 mil 150 pesos. A esto se suma el gasto en bebidas, que incluye cerveza, sidra para el brindis, tequila, ponche, refrescos y hielo, con un costo cercano a los 4 mil 500 pesos.
El postre, que suele integrar pastel y ensalada de manzana, representa un gasto adicional de alrededor de mil 450 pesos, lo que termina por presionar aún más el presupuesto familiar en una temporada marcada por incrementos en alimentos y bebidas.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC, advirtió que conforme se acercan las celebraciones decembrinas los hogares mexicanos comienzan a organizar convivios que, aunque simbólicos y esperados, se han convertido en un reto económico. Señaló que el aumento constante en los precios mantiene bajo presión el bolsillo del consumidor.
El análisis también expone que celebrar fuera de casa resulta, en promedio, entre dos y cinco veces más caro por persona, en comparación con una cena casera, donde el gasto se distribuye, se ajusta al presupuesto y permite priorizar lo esencial.
Para las familias mexicanas, la decisión de fin de año no solo implica elegir el lugar de celebración, sino definir cómo proteger su economía sin renunciar a la tradición ni al encuentro familiar. En un entorno de precios elevados, la cena en casa continúa como una opción más sostenible, accesible y cercana.
Rivera subrayó que esta elección también tiene un impacto positivo en la economía local, ya que gran parte de las compras se realiza en negocios de barrio, lo que fortalece al pequeño comercio y fomenta un consumo responsable, alejado del gasto suntuario y de las compras impulsivas que promueven otros canales de venta.
Por Raúl López García
Expreso-LaRazón
