@ La atracción por la PGR de la investigación de los cuatro jóvenes asesinados en Matamoros, lleva el caso a otro nivel y comprueba lo que desde hacía días se venía configurando: que este es un tema que se incrustó en la agenda nacional.
@ Basta echar un vistazo a la prensa escrita y los medios electrónicos que han abordado con insistencia el asunto, acaso por el contexto nacional. Porque por más que se guarden las distancias, hay un común muy claro entre lo ocurrido en Matamoros y en Iguala: los presuntos responsables son policías.
@ Por eso, esta misma semana también nos enteramos de que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ya tomó cartas en el asunto. Es que aquí también hay —como en Guerrero— autoridades involucradas.
@ Así, la alcaldesa Lety Salazar, que se ha dicho tan «respetuosa» de las autoridades federales tendrá poco margen para acusar una campaña en su contra. La PGR, con el caso Ayotzinapa en su momento más caliente, deberá aplicarse al máximo para esclarecer también lo que ocurrió en la frontera tamaulipeca.
@ Lo que mantiene la preocupación entre la edil y su círculo más cercano es que los ojos del país están puestos en su terruño y las investigaciones están hurgando en cada detalle de sus políticas de gobierno.
@ Si por un momento consideraron la peregrina idea de que el tema iba a desvanecerse con el tiempo, ahora deben estar convencidos de que no será así. Por el contrario, conforme pasan los días aumenta la presión para que se conozca con detalle qué ocurrió en el poblado de Control.
@ Porque el país atraviesa una de las crisis más difíciles de los últimos años. La movilización de ayer para exigir que aparezcan los normalistas de Ayotiznapa lo comprueba.
@ Sería difícil confirmar si la concentración de ayer fue la más grande de los últimos años, pero sí resulta evidente que en términos cualitativos tiene pocos antecedentes cercanos.
@ La presencia de miles de estudiantes de universidades tan diversas como la UNAM y la Ibero; la consigna de impedir que cualquier grupo o partido político se la apropie; y su relativa condición pacífica la dotan de legitimidad.
@ Será interesante ver cuál es el próximo paso de estos jóvenes y en qué dirección apuntan sus reclamos una vez que se conozca el paradero de los normalistas. Igual de trascendental que conocer la manera en que reaccionará el Gobierno en este momento histórico para evitar que la pasión genere más problemas de los que ya padece el país.