WASHINGTON, DC.- Un grupo de seis senadores demócratas pidió hoy al presidente Barack Obama ampliar los beneficios del programa de suspensión temporal de deportaciones o acción diferida, como parte de las medidas de alivio migratorio que se espera anuncie esta semana.
En una carta dirigida este lunes al mandatario, los legisladores alentaron a Obama a actuar pese a las amenazas republicanas, dejando en claro que él tiene la autoridad legal “para moldear la implementación y aplicación de las leyes migratorias”.
“Cada presidente desde (Dwight D) Eisenhower ha usado su autoridad ejecutiva para hacer que nuestro sistema migratorio funcione de una manera más eficaz”, dijeron, y recordaron que los presidentes Ronald Reagan y George H. W. expidieron órdenes que detuvieron deportaciones de ciertos inmigrantes indocumentados.
La carta fue firmada por el líder del Senado, Harry Reid, y los senadores Richard Durbin (Illinois), Charles Schumer (Nueva York), Patty Murray (Washington), Robert Menéndez (Nueva Jersey) y Michael Bennet (Colorado).
El posible anuncio sobre las medidas ejecutivas, que se anticipan podría ocurrir esta semana, renovó las fricciones entre Obama y los republicanos, quienes advirtieron que con ello el mandatario podría “envenenar” el prospecto para una relación de cooperación una vez que asuman el control de las dos cámaras.
Aunque la Casa Blanca ha guardado silencio sobre los alcances de este alivio, que de acuerdo con reportes de prensa podría beneficiar hasta cinco millones de personas, los senadores consideraron que uno de los elementos presentes deberá ser la ampliación de la acción diferida.
El programa implementado tres años atrás, permitió detener de manera temporal las deportaciones de más de 600 mil jóvenes inmigrantes indocumentados que llegaron al país siendo niños y que cumplieron con ciertos requerimientos.
“Esperamos que sus próximas acciones amplíen este programa para incluir a individuos con fuertes lazos a Estados Unidos y que no han cometido ningún crimen grave, incluyendo sus padres”, mencionaron los senadores.
Consideraron que este alivio ayudará a la economía, a los trabajadores estadunidenses y a los empleadores “al aumentar los ingresos de impuestos sobre la nómina por miles de millones de dólares”.
