18 abril, 2025

18 abril, 2025

Confesionario

La burra arisca…

Confesionario

El país vive días difíciles, peligrosos, de definiciones, los movimientos sociales han convertido a México en un verdadero polvorín, los estudiantes, los normalistas, los maestros, los politécnicos, la CETEG y grupos guerrilleros y los anarquistas han copado los titulares de las noticias en el país y fuera de nuestras fronteras.

Así es mis queridos boes, en ese contexto hemos visto tiendas saqueadas, monumentos históricos vandalizados, policías heridos, vías de comunicación bloqueadas y decenas de autos quemados.

Del tema son diversos los puntos de vista, hay quienes apoyan las protestas tal y como han ocurrido, casi todas terminan en violencia o enfrentamiento con los cuerpos policiacos.

Por el contrario, hay quienes condenan el tono de las mismas, sienten que alguien tiene que poner orden y evitar la violencia que las mismas han generado.

Es cierto, tendría el gobierno federal que aplicar la ley a los que protestan, pero aquí empiezan los dilemas, porque es precisamente en contra del gobierno federal contra quien se han centrado las marchas, entonces cualquier exceso de fuerza sería muy mal visto por la comunidad internacional.

Aquí también la disyuntiva para el gobierno de Enrique a Peña Nieto de cómo aplastar las manifestaciones si no se han resuelto las demandas, legítimas y justas por cierto.

La urgencia entonces para el gobierno federal es el esclarecimiento total de lo que paso por ejemplo con los 43 normalistas de Ayotzinapa.

No me explico como Jesús Murillo Karam, quien cobra como titular de la PGR no ha dejado en claro lo que pasó, es evidente que a los muchachos los desaparecieron, los mataron, pero el señor sale con palabrerías baratas con versiones de que los quemaron, pero los sigue buscando vivos.

Hay hasta asesinos confesos del crimen, pero el procurador prefiere mantener en incertidumbre a los padres de los muchachos.

Eso ha ocasionado que el tema crezca y las versiones oficiales sean echadas por la borda, ahora hay algunas muy serias que comprobarían que la PGR miente sobre la incineración de los muchachos.

Lo más grave es que mientras Murillo Karam dice una cosa y luego otra, la indignación nacional y más allá de nuestras fronteras crece y un día queman un palacio y el otro la sede de algún partido o le meten fuego a la puerta de Palacio Nacional.

Si a eso le sumamos que el problema del IPN no se resuelve, que el fin de semana se armó la balacera en la UNAM y que ahí están los violentos de los grupos anarquistas solo esperando un motivo, entonces se forma el coctel que ha hecho que miles de turistas cancelen visitas a México, que los influyentes periódicos mundiales que antes nos ponían en los cuernos de la luna hoy vaticinen lo peor para el país.

Y aquí mi pregunta: cómo pedir a los papas de los normalistas que se serenen, a los estudiantes que protesten pero en voz baja, a los del poli que no hagan guato, a los de la UNAM que no empiecen, a los guerrilleros que no intervengan, si sus demandas siguen en eso, solo demandas sin respuestas.

Los que estamos fuera de los conflictos no podemos opinar con el conocimiento de causa suficiente, porque no somos los agraviados, los desatendidos.

Creo que lo ideal sería que el gobierno federal y los estatales y municipales involucrados no hubieran provocado la ira de sus gobernados con tanta injusticia para no tener en las calles las demostraciones de barbarie que hoy existen.

Es mas ni los anarquistas tendrían motivos para destruir lo que a su paso en las marchas se atraviesa, como dice el dicho: la burra no era arisca, la hicieron.

Facebook
Twitter
WhatsApp