“Esos vuelos se hacen a veces de manera agresiva y a veces violan el espacio aéreo de la OTAN, lo que viola los acuerdos internacionales”, advirtió.
En consecuencia, la Alianza Transatlántica ha aumentado también el número de cazas desplegados para escoltar las aeronaves rusas que no se identifican ni informan el plan de vuelo en las proximidades de sus países miembros.
Stoltenberg dijo que la práctica supone, además, un riesgo potencial para la aviación civil que podría evitarse con “más transparencia y previsibilidad” de parte de las autoridades rusas.
“Todo lo que contribuya a más transparencia, más previsibilidad, sería de gran importancia y reduciría el riesgo de accidentes e incidentes que puedan escapar del control”, señaló.
A vísperas de una reunión de ministros de Asuntos Exteriores aliados, en Bruselas, el secretario general volvió a acusar a Rusia de “alimentar el conflicto” separatista en el este de la vecina Ucrania al enviar material y personal militar a los rebeldes.
En ese sentido, reiteró el llamado a Moscú para que “respete sus obligaciones internacionales y retire a sus tropas de Ucrania”.
“Los diferentes convoyes que hemos visto pasando la frontera (de Rusia a Ucrania) nos recuerdan que esta frontera no es respetada”, señaló.