MATAMOROS, Tamaulipas.-Las condiciones en las que laboran los trabajadores del sector de manufac- turas empeoró en el últi- mo año en Tamaulipas al mostrar una reducción de casi el 20% en el ingreso mensual por parte de las empresas manufactureras.
Asimismo, como consecuencia de una limitada conexión entre los esfuerzos institucio- nales en materia de innovación y desarrollo tecnológico, y la estructura empresarial que opera en la entidad, Tamaulipas está perdiendo ventaja competitiva para ser receptora de inversión extranjera directa a través de empresas con mayor valor agre- gado, mejores empleos y más innovadoras. Hace un año, había en Tamaulipas 370 establecimientos de manufactura en el estado que ocupaban a 180 mil trabajadores. Actualmente hay menos estable- cimientos, 354, pero ocupan a más gente, 188 mil y les pagan menos.
En promedio, hace un año las remuneraciones oscilaban alrededor de los 12 mil pesos mientras que ahora, apenas rebasan los 10 mil pesos mensuales.
De no revertir la tendencia con esfuerzos institucionales conjuntos entre los gobiernos, las empresas y las instituciones educativas, la mano de obra bara- ta seguirá siendo el principal factor que haga llegar a empresas a sectores clave como la industria maquiladora.
“La falta de recursos humanos calificados, impide que lleguen empresas de manufactura mejor calificada que paguen mejor; en contraste llegan empresas que ocupan más gente para procesos muy simples, pero pagan mucho menos y el estado hace de la mano de obra barata su ventaja competitiva”, dijo un directivo de una planta de ensamblaje de Reynosa al advertir el riesgo de persistir esta dinámica en la entidad.
Y es que los principales indi- cadores de ciencia, tecnología e innovación ubican a Tamaulipas en desventaja frente a sus principales competidores por la captación de inversión extranjera en una era donde según el Centro de Investigación y Desarrollo, los bajos costos de transporte, la logís- tica por la cercanía a los Estados Unidos, el bajo crecimiento en los salarios del sector manufacturero ya no son los únicos factores que se toman en cuenta pues ahora más que nunca la alta compe- titividad de trabajadores espe- cializados en diversas industrias manufactureras, constituyen un elemento clave para la reubicación de empresas globales.
Sin embargo, peses a con- tar con un alto potencial en la formación de capital humano e indicadores favorables en términos de conectividad y entornos institucionales para el desarrollo e innovación tecnológica, los principales “rankings” del sector ubican a la entidad muy por debajo de la media nacional, es decir con baja capacidad.
Un informe de Grupo Finan- ciero BBVA Bancomer revela que las regiones tienen el reto de atender la infraestructura en telecomunicaciones y transportes, recursos humanos calificados, flexibilidad del mercado laboral, régimen fiscal y financia- miento. “Para lograr una mejora en la inserción internacional se requiere de un avance hacia etapas más dinámicas de las cadenas de valor y/o la diversificación de sus exportaciones mediante un mayor desarrollo de capacidades productivas y tecnológicas locales”, agregó.
En efecto, en medio de una coyuntura histórica para la llegada de inversión extranjera directa, Tamaulipas podría ver pasar y dejar ir una proporción de alrededor de 120 mil millones de dólares que en los próximos años se podrían invertir en el país como resultado de la migra- ción de empresas desde China a Norteamérica.
El Centro de Investigación y Desarrollo, A.C. (Cidac) dio a conocer el estudio Reshoring México, que a través de la elaboración del Índice de Capacidad de Atracción de Inversión Manufacturera muestra las capacidades del Estado para atraer inversión, pero revela serias deficiencias en materia institucional que podrían obstaculizar la llegada de empresas.
De acuerdo con el estudio realizado encabezado por Ricarco Ch, en los próximos años, la alta productividad laboral de los Estados Unidos y la integración comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (que incluye la logística y las cadenas de proveedores) harán que sea más barato producir bienes manufactureros en Norteamérica que en China.
“Los incrementos salariales del dragón asiático (de 20% a 25% al año, desde el 2000), aunado a los costos energéticos, logísticos y de inventarios, han erosionado sus ventajas competitivas como plataforma de exportación para América del Norte”, señaló.