Quisiera no estar molesto por varias razones; primero porque ya debería estar acostumbrado y no asombrarme de estas situaciones que son recurrentes en una institución como Correcaminos, segundo porque es Nochebuena y la tranquilidad, la paz, el respeto, los buenos deseos deben ser la tónica de esta fecha, aunque sea sólo por lo que enmarca el propósito de la Navidad y tengamos que guardarnos comentarios o sentimientos, o al menos postergarlos.
Pero no. Discúlpeme pero no puedo abstenerme.
Correcaminos una vez más confirma mi teoría que desde hace años atestiguo y acción tras acción se confirma: el peor defecto que puede tener un futbolista para intentar jugar en el equipo de casa es ser victorense.
Luis Ahumada, ‘El Tano’, jugador de casa, formado desde tercera división en las filas de la UAT es otra vez objeto de la injusticia de una directiva que no vela por los intereses de los jugadores que le costaron tiempo, dinero y esfuerzo formar y que tienen argumentos de sobra para mantenerse en el fútbol activo pese al gusto o deseo de un entrenador que sin importar el nombre que tenga, siempre termina por imponerse ante la docilidad de un cuerpo dirigencial que quién sabe a que intereses obedezca.
Correcaminos trajo como “refuerzos” para este torneo a tres elementos que no vieron ningún minuto en los torneos de liga donde sus equipos compitieron: Óscar García, jugador del Monterrey que sólo vio acción en el torneo Sub 20, Juan Pablo Orozco, nadaaaaa, ni a repartir agua entró a la cancha con Coras, apenas jugó dos partidos completos de CopaMX y el tercero de ellos Daniel Duarte, defensa que proviene del San Luis y que únicamente vio oportunidad en el torneo de copa.
Correcaminos anuncia con bombo y platillo la llegada de tres elementos sin actividad en torneos de alta competencia, porque así como aquí se tira a la basura la participación en la CopaMX, los otros equipos igual le restan importancia y esos son los argumentos con los que llegan al menos estos tres elementos, sólo partidos de copa y uno en una categoría juvenil.
De las condiciones futbolísticas y de carácter de Luis Ahumada puedo llevarme litros de tinta y kilos de papel plasmándolas en este espacio, pero ¿para qué?, pareciera que estos mismos argumentos sólo son visto por los que estamos afuera, por los que no decidimos, por los que usamos el sentido común y no intereses para enjuiciar el desempeño de los futbolistas, mientras que en el mundo al revés de Correcaminos, se destacan las desventajas de quienes traerán cobrando un billetote y se minimizan los logros de quienes siendo de aquí, aspiran a crecer y se les cierran las puertas.
¿Se acuerda lo que le conté en el pasado draft?. Mientras otros equipos ofrecen a sus jugadores juveniles destacando sus cualidades y palmarés, aquí, el director deportivo cuando le preguntan por los elementos de cantera se limita a responder “todavía les falta, que sigan jugando en una segunda” y peor aún, ni siquiera mueve un dedo para conseguirles cupo en un equipo que tenga la solvencia para desarrollarlos y ni mucho menos estar al pendiente de ese proceso que la misma institución está cortando.
Discúlpeme pero da coraje.
@luisdariovera