22 julio, 2025

22 julio, 2025

Crónica urbana

Tos y tos… después de Santa Clos

Crónica Urbana

Y con los Santos Reyes esperamos un poco de magia en la cuesta de enero.

Una cosa es cierta, tenemos que trabajar duro, con más esperanza que la de nuestras manos. La tos y hacerla de tos no vale nada y si se enfada la gripa y nos deja más moquientos que nunca. Yo, le apunto al limón, esa fruta sagrada que funciona perfectamente en la nariz y en la garganta. Yo me lo echo, o más bien, yo me lo pongo en la nariz, o sea unas gotas de limón que me quita ipsofacto lo constipado.

Tengo 39 años con el mismo ritual y soy un defensor hasta las narices del sagrado limón.

Pero la tos cunde cada vez que se acerca la hora de la hora de pagar las deudas. Los tosidos abundan en los bancos, en la CFE, en Comapa, en Coppel, cuando se abona o cuando se pagan las deudas decembrinas.

Y es que después del gran gasolinazo del primero de enero, los mariachis callaron y alzamos nuestra copa para decir «ya no los queremos».

Pemex no quiso escucharnos y movió la cabeza, pero aquella noche del 31 de diciembre, alzamos nuestra copa para llorar con nuestro José Alfredo Jiménez.

Los mariachis callaron cuando el gasolinazo cundió por el país. Pemex no quiso escucharnos y nos pegó un disparo en la bolsa.

Y la tos se soltó como reguero de pólvora. Tose y tose después de Santa Claus, o Santa Tos, porque esto no se quita ni con los mejorales de las llamadas de larga distancia. Ni que los mexicanos comiéramos teléfonos celulares.

Esperamos que los Reyes Magos hagan algunos actos de magia, porque con el gasolinazo ya no tendremos «comicios» para los próximos meses. Los frijoles por los cielos con todo y sus pedos. Las tortillas hasta el techo como farolas. Y con el apagón analógico nos quedaremos sin las farolas de nuestros toscos televisores.

Pues ni modo, hay que toser y fuerte, porque ya ni llorar con la gripe es bueno.

Las promesas no se las lleva el viento, mentira, se quedan como remoras vivitas y coleando para los próximos comicios. Por lo pronto, no hay que dejar de toser, que el dinero no es la vida, es tan sólo vanidad, como decía mi querido e inolvidable Luis Arcaráz.

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