@ Hacia el interior de los partidos, sobre todo en el PRI estatal, hay nerviosismo y estrés. Y cómo no, pues cualquier error o mala decisión repercutirá en el resultado de la elección del 2015, y no se diga en el 2016.
@ Cualquier definición ahora, está ligada al 2016. Por eso el PRI no quiere equivocarse y quiere evitar cualquier error, pues son ellos, los tricolores los que tienen más que perder que los demás. El reversazo que se dio en Río Bravo con Melhem, tiene esa explicación.
@ Cuando trascendió que Amelia Vitales, iba por Río Bravo, en Reynosa los grupos brincaron. Sabían que era una candidata perdedora y presionaron para echarla abajo. Y es que con Melhem se gana, pero además es un cuadro probado, con capital político suficiente para ir más allá del 2015.
@ En los despachos de Egidio y César Camacho, el juego de vencidas ha sido intenso. Las designaciones de Paloma Guillén, Miguel González Salum y Daniel Sampayo, fueron desgastantes pero más intensas y ríspidas son las candidaturas que faltan.
@ Madero se complicó con la entrada de Esdras Romero y Mante se convirtió en un nudo de intereses en los que se involucraron las mismas fuerzas armadas. Finalmente todo parece indicar que no habrá reversa y que Alejandro Guevara tiene bien amarrada la candidatura.
@ Pero aunque todo indica que ya están decididos los cuatro distritos restantes con los nombres multimencionados, nadie se atreve a anticipar como cerrarán este capítulo y se prefiere esperar a que den el banderazo desde la cúpula tricolor.
@ Como se puede ver, de manera irremediable la lucha por la sucesión gubernamental ya comenzó con la designación de los candidatos a diputados y contener las aguas amerita un trabajo inteligente de los operadores políticos. Veremos en los próximos días cómo pinta el futuro.
@ Por cierto, los últimos jaloneos por las candidaturas priistas provocaron la simultánea desaparición de los aspirantes que tienen aún la condición de presuntos. Edgardo Melhem se fue al DF, a hacer talacha, Alejandro Guevara optó por un estratégico mutis y al maderense Esdras Romero, se lo tragó la tierra al parecer.
@ Y bueno, atraídos por el aroma a «bisnes» que surgen en cada elección, empiezan las inesperadas reapariciones.
@ En la heroica Matamoros se hizo presente Javier Sacramento, un controvertido personaje que una y otra vez ha querido ser gobernador y que suele terminar cada elección con pocos votos pero con mucha lana.
@ Su reaparición, dicen, tiene un objetivo: trabajar con el del CEN del PAN para pelear la alcaldía matamorense el próximo año pero sobre todo hacer ruido y restarle fuerza el proyecto de Vero Salazar. La oportunidad se pinta sola para ganar perdiendo.
@ El otro aparecido es Arturo Soto. Desde que perdió frente a Etienne no se le había visto. Ahora vuelve en un plan crítico y descalificando todo lo que ve. Su regreso, se dice, es buscar de nueva cuenta la alcaldía en el 2016.
@ Mientras tanto viene por la revancha. A fastidiar a su acérrimo enemigo Gustavo, y de paso a los mismos priistas.
