Una vieja y certera frase domina desde hace un largo tiempo el escenario de la política mexicana: Un político sin buena suerte, lleva rumbo a la muerte. Palabras más, palabras menos.
Muerte en el quehacer público, desde luego.
Hoy, esas tétricas palabras resuenan no sólo en Tamaulipas sino en todo el país, con un vigor seguramente indeseable, especialmente para quienes representarán al Partido Revolucionario Institucional en el proceso electoral que se llevará a cabo en este año, destinado a renovar —por lo menos en la forma— las diputaciones federales. El mismo en el cual al Revolucionario ahora parece no acompañarle esa buena suerte.
¿Por qué indeseable y por qué el PRI?
Primero: El relevo de hombres y mujeres en la Cámara Baja del Congreso de la Unión, llega en una coyuntura que no hace feliz al tricolor y provoca —aunque ellos también podrían ahogarse— anchas sonrisas en buena parte de sus contrincantes electorales. La razón es que se dará en medio de una crisis económica derivada de la caída de los precios del petróleo, que desde ahora, aunque sea como expectativa, ya empieza a sacudir presupuestos y proyectos oficiales. La temida palabra “austeridad”, retumba en pasillos y oficinas de todos los órdenes de gobierno y aunque aún se maneja en voz baja, su volumen es suficiente para quitar el sueño. No se necesita más para saber por qué no es bienvenida en el príismo.
Segundo: Si esa potencial crisis será pareja, ¿por qué es al PRI al que le haría un daño mucho mayor?
La respuesta es sencilla. En México, la culpa de todos nuestros males, de nuestros pesares y de nuestras desgracias, ha sido, es y será siempre para la generalidad, el gobierno. Y sorpresa: es el PRI el partido en el mando nacional. Es entonces, el villano favorito de un futuro escrito en el que cada discurso, cada arenga, cada spot y cada señalamiento de sus rivales, estará etiquetado en ese sentido.
¿Estarán preparados para eso los candidatos priistas?
Ya se verá, pero es hoy cuando entienden a Ramón López Velarde, cuando asienta en uno de sus poemas que los veneros de petróleo nos los escrituró el Diablo….
MADUREZ Y RESPETO
En lo personal, me agrada la palabra consenso. No es sencillo alcanzarlo en la práctica. Para lograrlo se requiere vencer obstáculos múltiples en quienes no siempre están dispuestos al diálogo.
Por eso es especialmente satisfactorio que ese perfil sea el que privilegie el Congreso Local entre sus integrantes y que, mejor aún, le permita avanzar en el rediseño legislativo y actualización del marco de derecho tamaulipeco.
Ayer, en el inicio de su período de sesiones, ese cuerpo colegiado mostró nuevamente su madurez en un acto de respeto entre poderes y entre órdenes de gobierno. Logró su líder, Ramiro Ramos, mostrar que sumar esfuerzos es posible cuando se aplica precisamente lo señalado en primer término:
Consenso…
PREVENCIÓN
La mejor medicina, dicen los profesionales del medio, es la que no tiene que administrarse. En otras palabras, el primer objetivo en la salud es que no aparezca la enfermedad.
Eso es precisamente lo que está haciendo la Secretaría de Salud en el Estado en el combate al dengue y al chikungunya. Antes de que esos males se conviertan en un mal mayor, mil 391 colonias de alto riesgo serán atendidas desde ahora por mil 522 brigadistas equipados con vehículos fumigadores, aspersoras y termonebulizadoras.
Y aquí y hasta en otro planeta, eso se llama prevención…
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