Todos los que estuvimos ahí ese día nublado y lluvioso, coincidimos en una opinión: los registros de los primeros cuatro candidatos del PRI a la diputación federal, carecieron de la magia y espectacularidad de otros tiempos. Fueron eventos tan grises como el cielo aborregado y frío de ese momento. ¿Cuestión de recursos o más bien de instrucciones en el sentido de llevar la fiesta a medias aguas, apachurrando las emociones de un partido que parece haber cambiado su personalidad extrovertida para caminar con la mirada hacia abajo en la frontera de una cordura extrema…vecina de la humillación.
Da pena ajena que seamos nosotros los periodistas los que andemos correteando a los dirigentes del PRI tamaulipeco, en época de elecciones. Paradójicamente, los integrantes del CDE del PRI se la pasan huyendo de los medios, como que si, en lugar de representar para ellos una opción de debate y de difusión de sus planteamientos, fuéramos sinónimo de peligro y de repulsión. En el fondo de esta actitud se esconde algo mucho más grave: cierta fobia al ejercicio de las ideas y de la crítica. Y al mismo tiempo, una triste cerrazón a oxigenarse con puntos de vista ajenos a sus directrices y a su atolondramiento ranchero.
Es tiempo que no logro entender los candados de la castidad verbal instalados en las principales bocas del tricolor tamaulipeco. ¿No habrá manera de romper ese peligroso ayuno de la tradición oral que tanto bien les haría para efectos de activismo y de vinculación con la sociedad? ¿O acaso el PRI en Tamaulipas, seguirá creyendo esa cruel mentira de que ellos constituyen la voz del pueblo, como ocurría en las épocas setenteras? No, no, no señores, ya déjense de onanismos vernáculos y pongan los pies en la tierra. Ubíquense en la realidad, donde galopan las tecnologías de las redes sociales, que por cierto, en nada les favorecen.
Los asuntos del poder ya no se resuelven en acorazados despachos, sino que son tocados diariamente por los avatares de la vida misma: hoy más que nunca, la política ha salido a las calles y difícilmente retrocederá. Les hablaré, señores priístas, más claro todavía: los partidos, incluyendo al suyo, requieren mucha comunicación con los ciudadanos. Un partido como el PRI, que se encuentra, hasta cierto punto, acorralado por la realidad social y los avances opositores, tiene enfrente la urgente necesidad de salir al ruedo de las declaraciones y la información todos los días.
Cada uno de sus secretarios y representantes, cuyos nombres aparecen en el organigrama, deben convertirse en los más eficaces oferentes de la emotividad y el optimismo revolucionario institucional. No va a ser escondiendo la cara y emitiendo boletines más helados que una “Michoacana” en invierno, como van a recuperar el terreno perdido.
¿Quieren que les haga una sugerencia? Dejen la formalidad y el protocolo para quienes se dedican a la aplicación de las políticas públicas. Los del gobierno están haciendo lo suyo, pero ustedes los del partido, los de la estructura directiva estatal del PRI, ejerciten las piernas y las cuerdas vocales…muévanlas más seguido, porque, órganos que no se usan, son candidatos a la oxidación.
En fin, si creen que por ese camino van a obtener excelentes resultados en este 2015, pues adelante. Pero la contemplación y la abstinencia budistas, sólo surten efectos en las cumbres espirituales del Himalaya. Y ustedes amigos del PRI, apenas llegan a codearse con las piedras del río San Marcos.
¿Entienden la diferencia?
EL CORO DE LA SEXAGÉSIMA, Y SU SEGUNDO PERÍODO
A los chicos de Ramiro Ramos, les llegó su segundo período. El neolaredense envió a la palestra a Ricardo Rodríguez, hijo del veterano personaje victorense Jaime Rodríguez Inurrigarro, que de llegar Paloma a la gubernatura, tomará sin duda su cuarto o quinto aire en la política pública.
El “San Lázarito” se vio engalanado con la presencia del Gobernador y del presidente del Poder Juidicial Armando Villanueva Mendoza. El orador por parte de los diputados fue el chavo de la Mainero. “Intenso trabajo y compromiso por darle un nuevo rostro a Tamaulipas”. “La construcción de un mejor mañana para la nación” figuran entre sus enjundiosas frases. ¿Cursis? No creo.
HONORES PÓSTUMOS PARA UN MARCIANO AMIGABLE
Vivió en la justa medianía don Aguilar Mendoza, hombre de carácter mesurado y de buen vivir. Lo conocí hace muchos años, en la plenitud de mi labor reporteril, cuando don Marciano era ya diputado y dirigente campesino en el sexenio de Emilio Martínez Manautou. Posteriormente lo miraba por ahí esporádicamente, y siempre lo saludaba, como un personaje que hizo de la política un oficio noble y digno. No sabemos si aun queden viejones de su generación en el movimiento campesino tamaulipeco. Porque los de ahora, son líderes de nylon, auténticos farsantes del tractor que se la pasan sembrando fotos en Facebook.