Tamaulipas, casi parece un hecho, será una copia al carbón de nuestro vecino, Nuevo León.
¿Por ventura será en su capacidad económica?… ¿Acaso será en su productividad?… ¿Tal vez lo será en su desarrollo urbano?
No. El anunciado clon se materializará en un escenario menos recomendable, pero imposible de evitar: En la política. En la electoral, para ser más preciso.
Quienes se regodean en autodefinirse como “regios”, están sumergidos ya –van un año adelantados a nosotros– en la efervescencia de la sucesión sexenal. Para definir el panorama bajo su mando, el Partido Revolucionario Institucional ha aplicado desde el centro una receta y quienes presuntamente están cerca de ese laberinto, la explican así:
Para que no se hable de favoritismos o decisiones dictatoriales, en Nuevo León se formaron dos bloques de aspirantes: Los locales y los externos. Por los primeros se entiende que son los que navegan en la política casera y por los segundos los que medran en el marco federal.
Ambos grupos, moldeados por sus respectivos jefes políticos, están siendo sujetos a una auscultación popular practicada por una conocida empresa encuestadora, que presentará los resultados al CEN del PRI y al Fiel de la Balanza –conocido por sus siglas como EPN– para medir los alcances de cada uno y elegir a quien –él o ella– más garantías ofrezca para ganar la gubernatura, con el balance obtenido de sumar su popularidad con sus habilidades políticas.
El método tiene luces y sombras para la militancia tricolor nuevoleonesa. Para algunos de sus personajes es una idea acertada y para otros, los más, es sólo un maquillaje para disfrazar la decisión que afirman será potestad presidencial, sea local o sea externa la opción.
Vaya usted a saber qué sucederá con nuestros vecinos en lo que a la política priista se refiere, pero lo que llama la atención es la similitud de circunstancias que viven con los tamaulipecos, donde también se han polarizado nombres y apellidos en dos bloques. Igualitos: locales y externos.
Los mismos politólogos que dan cuenta de lo que sucede en tierras vecinas aseguran que en Tamaulipas se jugará, inmediatamente después de definirse las diputaciones federales, con las mismas reglas y con la misma baraja. Es decir, se definirán los perfiles —algunos juran que esa parte ya se cumplió— y se someterán cuando se den las condiciones en tiempos y formas, al sondeo mencionado.
Sobre los saldos de ese ejercicio, si es que se da en nuestra geografía, todavía no es posible aventurar un pronóstico, pero lo que sí es altamente recomendable para los aspirantes priistas, es jugar un poco con lo que hace un niño que espera la llegada de Santa Clos para recibir un regalo:
Sí, adivinó: Tienen que portarse muy bien…
DONDE MÁS CALA
Dentro del paquete de obras que la Secretaría de Salud ha concretado y está por empezar, un rubro en especial cala más en mi atención. Me refiero al espíritu humanista que está presente en esa serie de avances físicos.
Me parece que usted me dará la razón: se trata de tres centros de salud. Dos que ya son una realidad y operarán en breve y uno más a corto plazo. Los primeros se ubican en La Pesca y en el ejido Lázaro Cárdenas de Mante. El tercero se levantará en el poblado El Limón.
Funcionarán donde más se necesitan. En el medio rural, donde la atención médica es un don de Dios y la economía de muchos de sus hogares es de supervivencia, por lo que no pueden pagar un médico. Mi reconocimiento al Gobierno del Estado por pensar en la salud, pero más por pensar en esas familias…
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