MATAMOROS, Tamaulipas.- Con el objetivo de que la entrega de apoyos para combatir la pobreza extrema tenga un impacto con su derrama económica en el comercio organizado, el gobierno federal, a propuesta de los empresarios, está dispuesto a cambiar el esquema de canje de la tarjeta Sin Hambre, para que los beneficiados puedan utilizarla en cualquier comercio privado, previamente autorizado por la autoridad, para terminar con el monopolio en la comercialización que actualmente ejerce la Distribuidora Conasupo.
Enrique Mena Sáenz, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, dijo que la propuesta para que la tarjeta Sin Hambre pudiera ser utilizada en cualquier comercio del sector privado, fue hecha por la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (Concanaco), que recibió el compromiso del gobierno federal de buscar la normatividad para hacer el cambio y que el comercio privado pueda participar en la distribución de productos básicos que se entregan a las familias de escasos recursos.
Dijo que los programas estrella de los gobiernos federales de las últimas décadas para combatir la pobreza han cambiado de nombre en cuatro ocasiones desde 1988, pero lo que no ha cambiado son los niveles de esta problemática social que desde entonces, afecta a más de la mitad de la población mexicana.
Dijo que a través de esos programas, el gobierno federal, a través de tiendas especializadas como Diconsa han sido las encargadas de comercializar y surtir mercancías de la canasta básica.
Sin embargo, resultado de una propuesta hecha por la Concanaco al gobierno federal esta política está a punto de cambiar y ya se prepara el campo normativo para que los comercios particulares puedan empadronarse y poder surtir su productos con mejor atención y calidad a los beneficiarios de programas sociales como las tarjetas sin hambre.
La tarjeta Sin Hambre se otorga de preferencia a las mujeres con niños, de familias que están por debajo de la línea de bienestar, con un apoyo de 750 pesos mensuales en zonas rurales y mil 500 pesos en zonas urbanas.
Se trata de una tarjeta de débito con chip del Banco Social de México (Bansefi), donde quedan registradas las huellas digitales de la titular, que es la única que puede comprar alimentos en las tiendas Diconsa, con el depósito que recibe cada dos meses de mil 116 pesos.
Dijo que hasta el momento se han entregado 717 mil tarjetas Sin Hambre en todo el país, que benefician a 2.8 millones de mexicanos y para finales de 2015 se tiene como meta llegar a un millón de plásticos.