“El cuervo es un animal que hay que tenerle cuidado/ con las mujeres del mal no se puede ser honrado/ pues casi toditas ellas tienen su gallo tapado”. Los acordes huastecos del huapango inundaron el corazón del PRI. Los de este jueves, en los patios del partidazo, con sus carpas, sus batucadas y sus tumultos, fueron los registros que revivieron las épocas del folclor y sacaron juventud de su pasado. Alejandro Guevara Cobos, Édgar Melhem y Esdras Romero consiguieron lo que en la primera etapa no se logró: devolverle a la fiesta política el ritmo y el colorido que ya se creía extinguido. Sobre todo, las presencias de Guevara y Melhem como fortalezas proselitistas, reivindicaron para el PRI el sello de la fibra y el rockstar que ya se necesitaba.
A las 12 del día, Guevara Cobos arribó al CDE del PRI, flanqueado por destacadas personalidades del mundo empresarial y político del estado. El abanderado mantense contó con el apoyo de Eduardo Vela, Fernando Azcárraga y Luis Apperti, quienes viajaron especialmente desde Tampico para acompañarlo en la entrega de su documentación ante los órganos del partido.
Además recibió el espaldarazo de su amigo personal, el vicealmirante Alejandro Salomón Velmar que en el 2013 se retiró con honores en una sesión solemne presidida por el secretario de Marina, Francisco Soberón Sanz.
Desde temprano, en la casa de Alejandro un oleaje de figuras de la economía y la política acudieron a un desayuno que les ofreció el anfitrión. Nombres como los de Amira Gómez, Francisco Filizola, Álvaro Villanueva y Heriberto de Andar, entre otros, pasaron lista de presente en la residencia del fraccionamiento “Sabino Gordo”. Periodistas como Guadalupe Díaz, Juan Antonio Montoya, Inés Figueroa, Manuel Montiel, José Ángel Solorio y Martha Isabel Alvarado, figuraron también entre la concurrencia.
A su llegada al PRI, Guevara montó una guardia de honor ante la efigie del doctor Rodolfo Torre Cantú, al cual volvió a citar durante su mensaje del registro. “Aquí en la casa de todos nosotros lo primero que hice fue honrar la memoria de Rodolfo Torre Cantú”. Sudoroso, con el rostro desvelado por la intensa actividad en la víspera de su evento, Guevara Cobos se vio envuelto en un remolino de gente que lanzaba consignas de apoyo, entre ellas el grito que más se mantuvo a lo largo de su jornada. ¡Todos con Alejandro!, ¡Todos con Alejandro! ¡Todos con Alejandro!.
El mensaje del candidato del VI Distrito fue en primer lugar para reconocer a quien tiene el indiscutible liderazgo del priismo tamaulipeco: “Desde aquí le envío el mayor de mis reconocimientos a nuestro amigo Egidio Torre Cantú”. Posteriormente destacaría también por supuesto la primer figura del Presidente de la República. Dijo que desde todas las manzanas y todas las cuadras de su Distrito, la militancia del PRI le envía un saludo a Enrique Peña Nieto.
En el preámbulo del ceremonial priista, la nota la dio el neolaredense Javier Peña, quien se presentó ante los medios como “El Pipo” fronterizo. Se negó a revelar quién lo envió o de qué grupos proviene, así como tampoco los motivos que lo llevaron a registrarse por el mismo primer Distrito de la candidata Yahlee Abdala.
“No vengo a hacerme pendejo”, contestó encolerizado cuando le preguntamos si alguien lo estaba utilizando con algún fin.
EL MENSAJE DE ÉDGAR
MELHEM APELÓ A LA
FUERZA COLECTIVA
Durante su registro ayer en el PRI estatal, el poderoso ex delegado de la SEDESOL federal dijo que la lucha electoral que se avecina, no será de individualidades, sino más bien un esfuerzo común del priismo. “Esta lucha será de todos, pues todos somos realmente importantes”, dijo. Entre los que acompañaron al político riobravense, destacaron el presidente del Congreso local, Ramiro Ramos Salinas y la diputada Amira Gómez Tueme.
La fiesta tricolor siguió de frente con las porras petroleras de Esdras Romero, un trabuco animador que por cierto traía un muñeco en forma de un mulato gigantesco, cuya camiseta decía “Madero”.
El registro que de verdad estuvo deplorable fue el de la neolaredense Yahlee Abdalá, misma que llevó poquísima gente, y se vio que lo hizo sólo para cubrir el expediente. Ya desde ahora son muchos los que dan por perdido el Primer Distrito. La dama priista se hizo acompañar por Horacio Garza, considerado como el patriarca de los tricolores. Aunque se le veía que asistía sólo por cubrir el formalismo, pues su gesto era de incomodidad manifiesta.
GUEVARA, MELHEM Y SALUM, LA GENERACIÓN JOVEN DEL PRI
A partir de ayer, ya podemos hacer una evaluación más completa de los ocho candidatos priistas a la diputación federal. Y dentro de este marco, debemos destacar tres elementos que constituyen lo que pudiésemos llamar la nueva generación del priismo tamaulipeco, entre los que destacan Alejandro Guevara, Édgar Melhem y el abanderado por Victoria, Miguel González Salum. Los tres se inscriben en el fenómeno de la transición generacional. Y esto, para efectos de análisis de lucha por el poder, hay que tenerlo muy presente.
