MATAMOROS, Tam.- Choca contra poste, maromea y se incendia, el automóvil donde viajaban dos jovencitos quienes de milagro salieron ilesos, en hechos ocurridos por la madrugada en la avenida Lauro Villar y Fidencio Trejo.
El aparatoso accidente que estuvo de película, se registró a la 01:00 de la madrugada en las arterias ya descritas.
El percance, fue consecuencia del exceso de velocidad, la falta de precaución y el pavimento mojado.
La unidad motriz quedó totalmente carbonizada, una Gran Prix, modelo 2006, color azul.
Se informó en el lugar, que el automóvil era conducido por Samuel Aguirre Rubio, de 20 años, con domicilio en la calle Taxqueña, número 45, de la colonia México.
Al momento del accidente era acompañado por Luis Eduardo Paredes, de la misma edad, pero con habitación en la colonia Adolfo López Mateo.
Tras colisionar, el automóvil se volcó y se prendió fuego, en tanto sus ocupantes pudieron salir y salvar sus vidas.
Al lugar del ostentoso choque arribó personal de Bomberos y Protección Civil para luchar por varios minutos contra las lengüetas de fuego que destruían el vehículo.
Cabe mencionar que de pronto, la lumbre llegó hasta el tanque de la gasolina lo que originó que los “tragahumo” tardaran más en controlar la situación.
El parte informativo, señala que dicho carro circulaba a exceso de velocidad por la avenida Lauro Villar de Poniente a Oriente.
Sin embargo, cuando ya habían cruzado la calle Fidencio Trejo, dado que el pavimento estaba resbaladizo, el conductor perdió el control de la unidad y chocó fuertemente contra una luminaria metálica que estaba en medio el camellón. Fue tan fuerte el choque que la lámpara fue derribada en su totalidad.
Tras el impacto, el auto dio varias volteretas hasta quedar atravesado en la avenida y con las llantas hacia arriba.
De pronto, empezaron a salir llamas del interior del vehículo, lo que alertó a sus tripulantes, quienes como pudieron salieron para evitar morir achicharrados.
Al lugar del accidente llegaron paramédicos de la Cruz Roja para examinar a los jovencitos quienes se llevaron el susto de sus vidas y de puro milagro quedaron intactos.