6 diciembre, 2025

6 diciembre, 2025

La pelota que gira

Saque de banda

La vida tiene etapas, ciclos y momentos, en cada instancia aprendemos, ya sea positiva o negativamente, todo sirve para el futuro.

Hubo una época de mi vida que en lo particular me marcó demasiado, aquel tiempo cuando por mi cabeza solo pasaba la idea de convertirme en futbolista profesional y poder ser el orgullo de mis papás.

Terminé el CBTIS y no pude ir a la graduación porque me tenía que presentar en León con el equipo Curtidores de tercera a hacer pruebas.

De entrada fue un choque para mí, nunca me había alejado de mi familia y aunque ya tenía 17 años me daba miedo.

Llegué allá y pasé la prueba, me quedé en el equipo, en ese momento me llené de alegría, luego en dolor y eso ahora es aprendizaje.

Trabajé y trabajé varios meses, pero no me llegaba la oportunidad, «Ni modo, estás pagando derecho de piso cabrón» me decía el entrenador malhumorado.

Tengo claro que no era el mejor jugador, lo que sí es que era de los más  cumplidos, el primero en llegar al entrenamiento, adelante en la fila en el físico, me quedaba después de la sesión para practicar lo que me fallaba, era disciplinado y no entendía qué me faltaba para ser tomado en cuenta, mucha gente me decía que ya estaba listo y tenía que jugar, varios lo veían menos el entrenador.

Semana tras semana esperaba que apareciera mi nombre en la lista de convocados, nunca me nombraban.

Un lunes recibí tremendo regaño, el equipo jugaría en San Francisco del Rincón y según me habían nombrado para ir y yo no fui.

(La neta no me convocaron pero bueno).

Con lágrimas en los ojos me retiré del campo, había esperado tanto ese día y no fui, ahí un señor de edad avanzada que estaba sentado a la orilla acompañado de su botella de vino, me miró y me dijo: «Tranquilo muchacho, ya llegará tu momento, el fútbol y la vida son como la pelota, muchas veces estás en la parte de abajo, pegado a la tierra, pero cuando menos lo esperas la pelota gira y te pone en el lugar más alto», «Gracias» le dije y me retiré a seguir lamentándome.

Pasaron miles de cosas después, cambié de equipo (León, una historia similar) y después de dos años el ciclo terminó.

Volví a mi casa pensando que no había  cumplido mi objetivo, pero luego me di cuenta que sí lo cumplí, esos años entrenando me sirvieron para madurar y entender un poco el cómo se maneja este deporte, dos años de tragos amargos fueron suficientes para saber que en el fútbol no todo es felicidad.

Aparte me dieron bases para desempeñar el trabajo que hoy realizo.

Admiro mucho a los que sí llegaron, los que tienen mente fuerte y alcanzaron su sueño.

En Correcaminos hoy pasan cosas similares, hay unos que hacen muchas cosas bien, pero todos lo vemos menos quien toma la decisión final; que no se preocupen, «la pelota siempre gira, ya les tocará estar arriba».

Por cierto, años más tarde, me enteré que ese señor que me dio aquel consejo era Darío Miranda «La Pantera Rosa» ex arquero y estrella del fútbol mexicano, un abrazo hasta el cielo amigo.

Mamá y papá, ¿Qué creen?, muy pronto seré convocado para ir a trabajar a un Mundial en algo que ahora me apasiona más que el fútbol, el chiste es esperar a que la pelota gire a mi favor.
@danielrios10

 

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