El escenario internacional plantea retos para la economía mexicana, por lo que es necesario emprender medidas que protejan nuestras finanzas públicas y, sobre todo, la economía de las familias. En este sentido, el Ejecutivo federal ha anunciado acciones para hacer frente al panorama que tendremos a mediano plazo.
Este es un tema de suma importancia para el futuro del país, por lo cual el pasado martes, los integrantes de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, sostuvimos una reunión de trabajo con Fernando Aportela, subsecretario de Hacienda y Crédito Público; Fernando Galindo, subsecretario de Egresos; y Javier Laynez, procurador fiscal de la Federación, con el objetivo de ampliar información y analizar dichas medidas.
Quedó claro que nuestro país tiene fortalezas económicas que serán fundamentales para superar los retos: nivel de deuda bajo y estable; tipo de cambio flexible; reservas internacionales suficientes; expectativas de inflación alrededor del 3%, lo cual es la meta del Banco de México; estrategia de coberturas en ingresos petroleros, entre otros.
No obstante, las previsiones indican que los precios del petróleo continuarán bajos, lo cual se traduce en una disminución de los ingresos petroleros. También, se ve un menor dinamismo de la economía mundial y un inminente incremento en la tasa de interés de Estados Unidos, lo que llevaría a un incremento en el costo del servicio de la deuda y su impacto en las finanzas públicas.
Por lo anterior, es fundamental hacer ajustes para que el gasto público multianual sea congruente con la capacidad de financiamiento del Estado. Así, bajo los criterios de responsabilidad, austeridad, prudencia, transparencia y rendición de cuentas, las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal (APF) ajustarán su gasto en 52.3 mmp.
Por su parte, Pemex y CFE propusieron ajustes por 62 mmp y 10 mmp, respectivamente. El monto total previsto es de 124.3 mmp, lo cual equivale al 0.7% del PIB. De esto, 65% se aplicará a gasto corriente y 35% a gasto de inversión.
Dentro de los ajustes en gasto corriente se contemplan medidas de austeridad y disciplina presupuestaria que conllevan la reducción de 10% en sueldos y salarios para mandos medios y superiores, así como en plazas eventuales y por honorarios; y gasto en comunicación social. Asimismo, se restringe la creación de plazas (salvo que sean necesarias en dependencias y entidades que tengan que dar cumplimiento a lo dispuesto en las reformas).
En cuanto al gasto de inversión, las dependencias deberán reducir y recalendarizar metas físicas de los programas y proyectos de inversión aprobados para 2015. Por ello, se cancela de manera definitiva el tren de pasajeros Transpeninsular Quintana Roo-Yucatán y se suspende el proyecto del tren de alta velocidad México-Querétaro.
Son muchos los programas que tendrán que ser ajustados, sin embargo, programas prioritarios para el desarrollo social como Prospera, Subsidio a la vivienda, Recursos para las universidades públicas, o Programas de Conservación de Carreteras Federales y Caminos rurales, por mencionar algunos, no serán ajustados.
Dentro de los ajustes al gasto administrativo, en un mes, se darán a conocer los lineamientos para racionalizar gastos como asesorías, telefonía celular, viáticos, y pasajes aéreos. Para 2016 se planea hacer una reingeniería de la Administración Pública para que sea más eficiente y se dará prioridad a proyectos de inversión con los mejores indicadores de rentabilidad socioeconómica.
Las medidas planteadas contribuirán a mantener bajas tasas de interés e inflación, así como mayor estabilidad, ingredientes necesarios para que podamos tener crecimiento económico y las familias puedan estar tranquilas de que se están llevando a cabo acciones responsables para cuidar su economía.