Un día, cuando era senador de la república (en el periodo 2000-2006), Luis Colosio Fernández convocó a las oficinas de la Cámara Alta al joven escritor Rafael Medina Martínez.
El ex alcalde de Magdalena de Kino, Sonora (trienio 1982-1985), recibió a quien desde tiempo atrás había conocido por su interés en investigar la vida y obra de su hijo: Luis Donaldo Colosio Murrieta. Ahí le entregaría -literal- un tesoro.
Al sentarse, el senador sacó de su escritorio un par de carpetas y le dijo a su invitado: ‘Estas son las cartas de mi hijo. Las cartas que me escribió cuando era estudiante. Te las entrego para que algún días las publiques en memoria de ese mexicano’.
Para Rafael Medina Martínez fue una auténtica sorpresa recibir las misivas que plasmaban las primeras ideas políticas y sociales, así como los principios y valores familiares de un joven con hambre y sed de justicia.
Era el pensamiento de un muchacho nativo de un pueblito fronterizo, que se dirigía con profundo respeto a su padre. Eran las palabras de un estudiante forjado en la cultura del esfuerzo, un alumno con las mejores calificaciones de su generación.
La primera carta se refiere a su llegada al Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), donde cursó la Licenciatura en Economía. En esa misiva, Luis Donaldo le comenta a su padre que se deben pagar la colegiatura y los libros, en una escuela que es cara. La familia se esfuerza y lo saca adelante.
Quien años después sería el candidato del PRI a la presidencia de la república, escribió a su padre: ‘Sé de todo el esfuerzo que tienes que hacer por mi educación, pero te prometo compensarlo y pagarlo con todas y cada una de mis calificaciones’.
Luis Donaldo Colosio cumplió su promesa: obtuvo el mejor promedio de su generación en la carrera de Economía. Era el jovencito de un pequeño pueblo fronterizo, una comunidad que nadie conocía más allá de Sonora.
De ahí despegó el profesionista para cursar su Maestría en Desarrollo Regional y Economía Urbana en la Universidad de Pensilvania, gracias a una beca otorgada por el Colegio Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Luego estudiaría un Doctorado. Fue un hombre curtido en la academia, forjado en el conocimiento.
Con esas credenciales obtenidas en las aulas, el sonorense ingresó a las actividades gubernamentales en la Secretaría de Programación y Presupuesto (SPP). Su ascenso en la política fue meteórico: diputado federal, senador, presidente nacional del PRI, secretario de Desarrollo Social y, finalmente, candidato presidencial.
Sin embargo, al culminar su acto de campaña en Lomas Taurinas, en Tijuana, el 23 de marzo de 1994, dos balas terminaron con su vida.
Ayer, Rafael Medina Martínez, oriundo de Guadalajara, ofreció una breve conferencia sobre su libro ‘Las Cartas de Colosio’, una edición publicada en 2014, al cumplirse el 20 aniversario de la muerte del candidato presidencial. El evento se realizó en el Hotel Posada de Tampico.
Al evento asistieron el primer priista de la ciudad, Gustavo Torres Salinas; la virtual candidata del PRI a la diputación federal por el Octavo Distrito, Mercedes del Carmen Guillén Vicente; el presidente de la Fundación Colosio en Tamaulipas, Eduardo Hernández Chavarría; el dirigente del PRI en Tampico, Sergio Villarreal Brictson; la secretaria general del priismo local, Mónica Villarreal Anaya; y la diputada local, Olga Sosa Ruiz.
Además, estuvieron presentes los directivos de la Fundación Colosio en Tampico: Juan Antonio Laddaga, presidente; Judith Hernández Banda, secretaria general; y Homero Rojas Castillo, secretario técnico. Asimismo, fue relevante la presencia de los ex alcaldes porteños Alvaro Garza Cantú, Gustavo González García y Nicanor Fernández Cabrera.
Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Iberoamericana y con Maestría en Derecho Internacional (obtenida en España), Rafael Medina Martínez tiene otro libro publicado sobre el destacado sonorense: ‘El Enigma de Colosio’.
Sobre el candidato presidencial, el escritor dijo a los asistentes: ‘Era un mexicano comprometido con el arraigo y el amor a su pueblo donde quería transformar este país desde la raíz, desde los cimientos, por el camino del bien, por el camino de la ideología, por el camino de la justicia’.
MIGUEL PEREZ VA POR EL PAN JAIBO
La decisión ya la tomó Miguel Pérez Alvarez: va con todo por la presidencia del PAN en Tampico.
Así es: el regidor blanquiazul quiere llegar a la dirigencia local de Acción Nacional con la intención de darle mayor movilidad al partido y establecer un piso parejo para todos los contendientes. ¿Qué tal?
Las fichas azules ya se mueven en el tablero rumbo a un proceso interno que deberá celebrarse por el mes de septiembre, cuando concluya el periodo de Sergio Meza López.
Por el grupo del diputado federal, Germán Pacheco Díaz, sonaba con fuerza la posibilidad de que Pedro Romero fuera por la presidencia del panismo porteño. Algunos dicen que ‘ya se cayó’. Otros señalan que ‘lo está pensando’.
Por cierto, hoy por la noche, Juan García Guerrero, aspirante a una de las candidaturas del PAN a las diputaciones federales de representación proporcional estará en Tampico, mientras Guadalupe Herrera, que también suspira por una ‘pluri’, emprendió viaje por la frontera, tocando puertas en Matamoros y Nuevo Laredo.