Los centros penitenciarios de Tamaulipas se ubican entre los más conflictivos en el país debido al nivel de violencia que registran, de acuerdo al reporte emitido por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que incluyó en el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria a tres de los reclusorios más importantes que operan en el estado.
Éstos resultaron con 5.37 puntos, dentro de los últimos lugares es el 7, con una baja calificación que ha sido constante desde 2011, 2012 y 2013. Incluso ha ido descendiendo de 5.88 en 2011, a 5.67 en 2012 y de 5.37 en el 2013.
La CNDH realizó una supervisión de los penales de Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo, los cuales resultaron con calificaciones de 5.25, 5.64 y 5.23, respectivamente en el índice.
En el caso de Matamoros el estudio detalla que hay una inexistente separación entre hombres y mujeres en talleres, área escolar y servicio médico. También hay deficiencias en los servicios para mantener la salud de los internos (falta de medicamentos y deficiencias en la atención psicológica). Este CEFERESO tuvo 124 riñas y 24 homicidios, la cifra más alta del sistema.
El total de quejas presentadas ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos sobre presuntas violaciones a los derechos humanos en el sistema penitenciario, del 1 de enero al 31 de diciembre de 2013, ascendió a 1,235 quejas, en donde la autoridad presuntamente señalada como responsable es el Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social. En ese contexto, los derechos vulnerados fueron el Derecho a la Seguridad Jurídica (609), Derecho a la Protección a la Salud (500), Derecho a recibir un Trato Humano y Digno (261), Derecho a la Libertad, Integridad y Seguridad Personal (81) y Derecho a la Legalidad (76).
Por otro lado, en ese mismo lapso, se emitieron 8 recomendaciones particulares sobre violaciones a derechos humanos en agravio de personas privadas de la libertad en distintos establecimientos penitenciarios.
En Matamoros se encontraron también deficiencias en la supervisión del funcionamiento del Centro por parte del titular (inexistente registro de la supervisión, notificación de las irregularidades, seguimiento a la atención de las irregularidades y en la frecuencia de la supervisión).
Así como una inexistente prevención y atención de incidentes violentos, así como deficiencias en el registro. Además de fallas en la prevención y en la atención de la tortura y/o maltrato (inexistente registro de los casos, procedimiento para su atención, protección de la integridad de la víctima y denuncias ante el Ministerio Público) y en el procedimiento para la remisión de quejas de violación a los derechos humanos de los internos ante la instancia competente e inexistente acceso a números gratuitos desde teléfonos públicos. También deficiencias en la atención a internos sancionados (falta de atención de las áreas técnicas y médica, así como en el registro).
En el rubro de garantías de una estancia digna la CNDH detecto que hay fallas relacionadas con la existencia y capacidad de las instalaciones para el funcionamiento del Centro en el área varonil (inexistente área de ingreso, protección, aulas y área de sancionados). En cuanto al área femenil (inexistente área de C.O.C., protección, locutorios, cocina, talleres, aulas, área médica y de sancionadas). Deficiencias en las condiciones materiales e higiene de las instalaciones para alojar a los internos (dormitorios, área médica, talleres, ingreso, sancionados y protección). Deficiencias en la elaboración, distribución, consumo y calidad de los alimentos, así como inexistentes dietas especiales.
En las condiciones de gobernabilidad, se encontró que falta un manual de procedimientos para ingreso, traslado de internos, motín, uso de la fuerza, solicitar audiencia con las autoridades, presentar quejas, visita familiar e íntima, revisión de visitantes, revisión de estancias, Consejo Técnico Interdisciplinario, así como deficiencias en la difusión de la normatividad a los internos.
Hay insuficiente personal de seguridad y custodia, para traslados, personal femenino y para cubrir ausencias, vacaciones e incapacidades, así como falta de equipamiento y coordinación con personal técnico.
La existencia de áreas de privilegios, de objetos y sustancias prohibidas, existencia de internos que ejercen violencia o control sobre el resto de la población.
Presencia de cobros por parte de los custodios por protección y por no cumplir una sanción administrativa y de cobros por parte de los internos por protección, asignación de estancia y plancha para dormir, mantenimiento de los dormitorios y alimentos, por acceso a actividades labores, educativas y/o deportivas, para no realizar labores de limpieza y por no cumplir una sanción administrativa. Falta capacitación para el personal de seguridad y custodia.
Mientras que en el Centro de Readaptación Social de Nuevo Laredo se encontró que hay hacinamiento y una deficiente separación entre hombres y mujeres.
Deficiencias en los servicios para mantener la salud de los internos (equipo médico, instrumental, insuficiente personal médico, atención médica, falta de material de curación, deficiencias en la atención psicológica y área médica para mujeres, así como inexistente unidad odontológica).
Deficiencias en la supervisión del funcionamiento del Centro por parte del titular (inexistente registro de la supervisión, notificación de las irregularidades, seguimiento a la atención de las irregularidades y frecuencia de la supervisión). Y una inexistente prevención y atención de incidentes violentos, así como deficiencias en el registro.
Severas deficiencias en la prevención y en la atención de la tortura y/o maltrato (inexistente registro de los casos, procedimiento para su atención, protección de la integridad de la víctima y acciones para la prevención de la tortura y/o maltrato).
También señalaron que hay mujeres con deficiente alimentación de los hijos de internas que viven en el Centro). Adultos mayores que no cuentan con talleres y dietas adecuadas.
En el trato a indígenas es inexistente servicio de intérpretes en caso que sea necesario y de medidas para evitar el trato discriminatorio. Y hay personas con discapacidad que tienen deficiencias en la atención médica a las personas con discapacidad física y mental.
Los internos con preferencias sexuales distintas no tienen ubicación por seguridad de quienes lo soliciten, además de que los internos con adicciones no cuentan con programas para desintoxicación voluntaria y prevención de adicciones.
En el centro de readaptación de Reynosa se encontraron deficiencias en la integración del expediente técnico. Un inexistente clasificación criminológica de los internos.
Tampoco hay separación entre procesados y sentenciados en dormitorios y áreas comunes, la existencia de áreas de privilegios, de objetos y sustancias prohibidas, y hay internos que ejercen violencia o control sobre el resto de la población. Se detectaron deficiencias en la capacitación para el personal de seguridad y custodia. E internos con VIH sin una adecuada ubicación para su tratamiento, así como deficiencias en los servicios para mantener la salud de los internos.