Sin embargo, la boda quedó anulada poco después por el procurador general de Texas, Ken Paxton, quien argumentó que las leyes estatales no pueden reconocer un veredicto local y calificó como activista pro bodas gay al juez que autorizó la unión de Goodfriend y Bryant.
“La licencia matrimonial de la pareja del mismo sexo emitida por la Secretaría del condado de Travis queda anulada, tal como quedaría toda licencia emitida en violación de la ley estatal”, afirmó el procurador Paxton.
En un comunicado, puntualizó que “la acción de la Suprema Corte ratifica nuestra constitución estatal y suspende estas determinaciones por jueces activistas en el condado de Travis”.
Praxton dijo que él sólo defiende la voluntad de la gente de Texas y recordó que los votantes del estado aprobaron abrumadoramente en 2005 una ley estatal que establece la unión entre un hombre y una mujer como el único matrimonio válido.