28 diciembre, 2025

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Galimatías del Sur

Claroscuro

LO CLARO. La autonomía implica per se, grandes compromisos de responsabilidad.

Todo poder facultativo, contiene a su vez la obligatoriedad de ser responsable del mismo.

El caso de la autonomía de las escuelas universitarias —como la Universidad Autónoma de Tamaulipas— en su estructura orgánica que le concede el título de ejercer por sí misma la libertad de cátedra e investigación, debe a su vez, dar cuentas claras a la sociedad de su ejercicio.

En la rendición del primer año del ejercicio rectoral de Enrique Etienne Pérez del Río al frente de la misma, el gobernador tamaulipeco Egidio Torre hizo alusión a los avances de la Máxima Casa de Estudios: (sic) “Nuestra Universidad tiene plena conciencia de los nuevos desafíos. Ejemplo de ello, es su destacado papel dentro de la agenda energética que tenemos en marcha en nuestros Estado”.

La inclusión de las universidades en la vida productiva de México, no es tema sólo para egresados profesionistas. La hélice de la academia, es primordial en el desarrollo económico del día a día en toda la geografía del país.

LO CLAROSCURO. No era tan demagogo aquél presidente llamado José López Portillo.

Acaso una de sus aportaciones primordiales lo significaba el llamado Plan Alfa Omega. No concretó mucho, pero su visión de integración geográfica de los estados más pobres de México (los del sureste) llevaba la idea de dignificar la vida de los comunes de esos estados.

Lo emularon en su tiempo los siguientes mandatarios. Fox, le llamó Plan Puebla Panamá y Calderón le renombró como “Proyecto Mesoamérica”.

Su finalidad inicial, era emerger de la pobreza a los habitantes de esos lares.

Los beneficios colaterales –al menos para los norteamericanos- era evitar la migración de chiapanecos, oaxaqueños, guerrerenses, michoacanos, veracruzanos, tabasqueños, centroamericanos y demás. Que en cantidades, emulaban a 1.26 millones de personas tan sólo entre 1996 y 2000. Según INEGI.

Creció la propuesta de integración de regiones para evitar la fuga de connacionales y a la vez, para administrar lo que significaba el jugoso recurso petrolero de las regiones mencionadas.

Sólo entre Chiapas y Tabasco existen 55 campos petroleros y 5 estaciones recolectoras de gas.

La riqueza que esto implica, es suficiente razón para que existan en la zona, otro tipo de intereses que impidan que florezca la zona más favorecida por el Creador en cuanto a humedad y privilegios forestales del país.

Y llámense zapatistas, popular revolucionario, insurgentes, templarios o como deseen imponer nombres separatistas, la zona sigue siendo conflictiva y de enorme carga tributaria para el resto del país.

La iniciativa de los países que se sumaron a la intentona de florecer a Mesoamérica (Belice, Costa Rica, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Panamá, Guatemala, Colombia y Rep. Dominicana) atienden energía, transporte, competitividad comercial, salud, medio ambiente y vivienda de manera primordial.

Sin embargo, el éxodo permanece. Quizá a las políticas que implementan los que acuerda, les haga falta un ingrediente: dinero.

Quizá, si las empresas que ahora se encuentran en el tránsito de apostarle a la región en la explotación de combustibles del subsuelo, desearan participar en la enmienda de desarrollo y progreso a los locales, existiría acaso la remota posibilidad de frenar el río humano que significa la migración hacia la búsqueda de satisfactores… que en su tierra no encuentran. Bueno… otros sí lo van a encontrar (ya con reforma).

COLOFÓN. Que le pongan el nombre que quieran: alfa y omega, PPP, iniciativa del sur, el sur también existe, Mesoamérica… nomás que concreten uno.

 

alejandrodeanda@hotmail.com
@deandaalejandro

 

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