La respuesta del Comité Nacional del PRI sobre la negativa de nombrar un delegado especial para Tamaulipas que supervise y coordine el trabajo de las campañas, es preocupante y manda una mala señal de que algo no está bien entre el PRI nacional y el PRI del Estado.
Cuando se hace política por parte del Estado y de los hombres que tienen encargos políticos y públicos, hay armonía, entendimiento y participación de todos. En los últimos años, al menos en Tamaulipas se ha carecido de ello. Hoy todo mundo está suelto, los que están en la nómina trabajan a medio gas y cumplen sus tareas sin pasión.
Desde que llegó Lucino Cervantes al PRI y luego Rafael González, el tricolor transita en medio de la oscuridad; nadie habla, nadie escucha, nada manda. Parece que no hay nadie en el timón.
El incidente del doble registro de candidatos a suplentes, exhibe una crisis de comunicación que nunca se había visto entre el centro del país y el Estado. No se entiende cómo Manuel Coto, líder nacional de la CNC, registró como suplente de Alejandro Guevara a Juan Báez, cuando acá ya estaba decidido que fuera Julio Portales, o que César Camacho ordenara el registro de Mauricio Cerda como suplente de Miguel González Salum, cuando aquí ya había un pre registro de José Cárdenas. Igual le pasó a José Carmona en Río Bravo.
Una orden de acá, del Estado, obligó a estos tres suplentes que renunciaran.
«Se nos cruzaron las líneas», admitió aquí Rafael González Benavides cuando trascendió todo este desgarriate. ¿Quién tiene la comunicación con el PRI nacional?, ¿Quiénes están operando políticamente en el PRI estatal?
Ayer, vía telefónica, José Encarnación Alfaro, secretario de organización del CEN, mandó a su secretario particular que informara que Tamaulipas hoy no es prioridad, que no hay fecha para la llegada de un nuevo Delegado y que en la agenda nacional hay cosas más importantes.
Fue una respuesta que deja un mal sabor, porque faltan 5 días para que arranquen las campañas y aquí muchos priístas andan como perritos sin dueño.
El estado de ánimo en el priismo no es del todo bueno, aunque los sondeos y encuestas que están por darse a conocer, muestran una delantera para el PRI, en seis distritos, y en dos: Nuevo Laredo y Matamoros, las tendencias no son del todo buenas.
A unos días de que inicien las campañas, el mejor posicionado en las encuestas es Alejandro Guevara en el sexto Distrito con una ventaja de casi tres a uno sobre el candidato del PAN, Édgar Vargas.
Esdras Romero en Madero, Miguel González Salum en Victoria y Edgardo Mehelem están arriba. Muy competidos, con cuatro y cinco puntos por encima Paloma Guillén en Tampico y María Esther Camargo, en Reynosa.
El caso Reynosa, empezó a cerrarse en los últimos días y los grupos que apoyan a María Esther acusan al enlace Manolo Rodríguez de entorpecer el trabajo de los protagonistas, incluso dicen que han desatado una guerra sucia contra Oscar Luebebrt, a quien quieren ver lejos de la campaña.
Estos incidentes que se ven en todos los distritos, es producto de la falta de operación de la dirgiencia estatal y nacional. Advierten que si no hay un golpe de timón, las cosas se pueden complicar para el tricolor. Pese a todo, los priistas van arribita.
Talachazos
¿Y LOS DELEGADOS?.- Con Fox y Calderón, los delegados federales operaron con todo el dinero del mundo e hicieron ganar al PAN, sobre todo en Tamaulipas.
Hoy, pero de filiación priísta, los delegados federales no saben para dónde jalar.
No han recibido línea y se han dedicado a trabajar sin recursos y sin dirección. Hasta pareciera que se está trabajando para que Tamaulipas se pierda.
¿EL SEÑOR DE LOS CABALLOS?.- En efecto, se llama Ángel Rangel Puente, es funcionario del SARTET y junto con Jesús Fabián Aguilar manejan a su antojo los recursos del banco de los maestros. El profesor Puente tiene cuadrillas de caballos finos que por mantenerlos le cuestan un dineral. Anda en boca de todos y dicen que un salario de maestro no alcanza para mantener un vicio tan caro como los caballos.
EL MÁS OPACO.- El INE lo dice, es el Partido Nueva Alianza el que menos cuentas rinde al Instituto. Por tanto, están en la mira de la Contraloría del órgano electoral, Mariano Lara y Rafa Méndez, Brenda Salas, que administran sin informar más de 15 millones de pesos.
