La Semana Mayor es el período sagrado del cristianismo, y transcurre desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección; desde el punto de vista litúrgico es el período de más intensa actividad dentro de la Iglesia, por ser la semana en la que se hace un memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. El jueves, el viernes y el sábado santos, o triduo pascual, simbolizan el cambio del mundo viejo al nuevo, son días de renovación a través de la búsqueda y muerte de Jesús.
La Semana Santa simboliza la renovación de la humanidad, el ser humano siempre está en una permanente comunicación a través de signos, símbolos y señales, cuando se es sabio, se les asigna un alto valor y se alcanza a ver la profundidad que tienen sus mensajes representativos.
“La Semana Santa, Semana Mayor o Días Santos, inicia con el Domingo de Ramos, éste simboliza la victoria de lo espiritual sobre la materia, una vez bendecidos los ramos o las palmas se ponen en la puerta de la entrada a la casa para protegerla durante todo el año, o cuando se malorean los niños, se les reza y pasa en cruz sobre el ramo y palma bendita”1
En Semana Santa, se recuerda la última cena de Jesús, con sus doce discípulos; la traición de Judas, que entregó a Jesucristo para que fuera sentenciado y condenado a muerte; el viacrucis y la crucifixión.
El viacrucis es el camino de la cruz, el recorrido que hace Jesús, coronado de espinas, cargando la cruz, donde será clavado, hacia la cima del monte del Calvario. En ese recorrido Jesús recibe azotes e insultos de la guardia romana, cae exhausto en tres ocasiones y vive, el inmenso dolor de su madre María, y de María Magdalena.
Las catorce estaciones del viacrucis simbolizan para los cristianos el camino de dolor que lleva a la resurrección del espíritu. El viernes Santo, a las tres de la tarde, se cumple el episodio más triste de la Semana Mayor: la muerte de Cristo.
El sábado de Gloria se celebra la vuelta del espíritu de Cristo al reino de Dios. El domingo de Resurrección se alcanza el momento de mayor júbilo en este calendario: Jesucristo vuelve desde la muerte.
En nuestro país celebramos la Semana Santa o Semana Mayor de distintas maneras: mientras unos buscan los lugares de recreo, otros se regocijan en las celebraciones religiosas, como el Viernes Santo en la ciudad de San Luis Potosí, que se lleva a cabo la Procesión del Silencio, también son famosas las procesiones de Puebla y de Taxco, Guerrero, en la que se laceran en penitencia por los pecados cometidos y en busca de recibir la gracia de Cristo que rememoran.
En poblaciones indígenas es común la celebración con danzas de moros y cristianos. Mientras que en la Ciudad de México, la celebración más espectacular se realiza en Iztapalapa, en el Cerro de la Estrella.
La cultura popular hace de cada ocasión una oportunidad para reencontrarnos con DIOS a través del humor, elaborando para esta ocasión una canción de Semana Santa:
“El lunes por la mañana,
bastante malo me vi,
fui a curarme a la cantina,
se me pasó y la seguí.
Martes de carnestolendas
es de gusto general,
al verse las copas llenas
de tequila y de mezcal.
Miércoles de la ceniza
es el día de la tristeza,
al ver que se vuelve polvo
la humana naturaleza.
Jueves Santo me emborracho,
porque el señor en su templo,
alzó una copa de vino
para darnos el ejemplo.
Viernes Santo, bien quisiera
ya quitarme la embriaguez,
pero me ha podido mucho
la pasión de Nuestro Juez.
El sábado fue de Gloria
y eso me invitó a seguir,
a eso vino Jesucristo,
nuestro mundo a redimir.
El domingo fue de gusto,
porque me diste tu amor,
y por eso me emborracho…
con este bello licor”2
1.http://www.aciprensa.com/Semanasanta/etimologia.htm 2 http://www.rlp.culturaspopulares.org/textos/14/04-lopez.pdf filosofo2006@prodigy.net.mx




