1.- Incapacitado para responder a las exigencias del país al régimen tricolor “le tronó” la crisis financiera. Ya no hay duda. En las últimas horas la Secretaría de Hacienda anunció otro recorte al de por sí magro presupuesto, por el orden de 135 mil millones de pesos. Y por lo que observamos no será el último, cuando apenas inicia el cuarto mes del año en turno. Sobra decir que el supremo gobierno va por la eliminación de programas sociales, es decir, sobre aquellos que no le producen ni siquiera dividendos políticos “cuantimás” económicos, al contrario. Por otra parte, ni crea que en el señalado anuncio existe referencia a los fantásticos sueldos de funcionarios que como los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación rebasan los 600 mil pesos mensuales.
Está claro, por ejemplo, que el golpeteo sistemático al magisterio desvirtuando su preparación y mística de servicio contiene el objetivo oficial de endosar a la iniciativa privada el compromiso de educar, ahorrándose quién sabe cuántos miles de millones de pesos. Ha sido una campaña tenaz y a gran costo mediático orquestada desde luego por el titular de la respectiva dependencia del que tampoco se duda, fue nombrado para realizar la penosa tarea de debilitar y, de ser posible, terminar con la educación obligatoria, laica y gratuita. Usted dirá que es una misión imposible porque sería como borrar el artículo tercero constitucional.
Respondo: no será difícil para un congreso sumiso y altamente desleal con las mayorías como el que padecemos, después de que a ojos cerrados aprobaron las mentadas “reformas estructurales” concretando entre otras barbaridades, la venta indiscriminada de los recursos naturales que originalmente pertenecían a la nación y que ahora pasaron a ser propiedad privada, ¡y de extranjeros, para acabarla!.
El asunto es que estamos en manos de legisladores inconscientes, irresponsables y bajo sospecha que con algunas honrosas excepciones, mantienen a México atrapado entre la ambición desmedida de la clase política y la voracidad de los capitales “buitre”, estos últimos calificados así justamente porque acuden a disfrutar los despojos de países marginales como el nuestro.
De manera que el régimen tricolor no encuentra más salida que el sacrificio popular traducido en menor empleo, incremento del costo en los productos de la canasta básica, inseguridad y en general menor inversión en los servicios básicos como educación, salud y vivienda. En este sentido y para estar a tono, los delegados en Tamaulipas del IMSS, ISSSTE y SCT, respectivamente José Manuel “el Güero” Assad, Enrique de la Garza Montoto y Juan Barbizzan, anticiparon la cancelación de proyectos y suspensión o disminución en su caso, de obras programadas para el año que transcurre. ¿Así o mayor irresponsabilidad?.
2.- Oiga, pero lo que no se detiene es la política. Y es que a partir del cinco de abril seremos bombardeados más o menos por once millones de spots a favor de los distintos partidos, los cuales aunados a las campañas particulares de los candidatos crearán una parafernalia que los mexicanos no solo no merecemos sino que detestamos. Lo más triste es que todo será costeado por los contribuyentes, es decir, por usted, nosotros, vosotros, él, ella y los que se acumulen como resultado de la persecución fiscal orquestada en los últimos tiempos por el SAT en su desesperación por recuperar las cuantiosas pérdidas debido a la baja en el precio del petróleo. Y como no hay defensa “contra la base por bolas”, como dicen en el béisbol, no quedará más remedio que desquitarse con la misma cantidad de recuerdos maternales, es decir, con once millones de mentadas mientras se llega la fecha de votar. Ahí será dónde. En el inter y viéndolo bien y despacio, estaremos de acuerdo con “Brozo” en que es tanta la fragilidad de partidos y candidatos que sienten temor hasta por el juego de fútbol entre Brasil y México que se realizará el 7 de junio. El escribidor recapacita y acepta que nada ni nadie cambiará los resultados electorales, que ojalá sean para bien y no para colmar las ambiciones de unos cuantos como ha sido costumbre. Y ni modo que sea invento.
SUCEDE QUE
El secretario de Hacienda estatal, Jorge Ábrego Adame, está en frecuencia con Luis Videgaray en cuanto a la necesidad de adecuarse a la realidad crítica que azota al país. Ábrego habla de paralizar plazas y recortar gastos y canonjías que desde siempre han parecido superfluos para el disfrute de funcionarios. Y si de austeridad se trata, ojalá y recuerde que una de los señalamientos más frecuentes entre la población es la cantidad exagerada de vehículos oficiales con el consecuente derroche de combustible y personal. ¿Y qué tal el costo de rentas para oficinas públicas y los guaruras, ayudantes, secretarios, asesores y demás que tienen a su disposición funcionarios sin merecimientos que lo amerite?…Y hablando de lo mismo, en la capital del estado está muy bien eso de dar alegría a la población en estos días vacacionales; sin embargo, observando la papeleta de artistas contratados por las autoridades es fácil imaginar el gran costo que significa para el erario municipal. ¿No sería preferible emplear dichos recursos públicos en mejorar las calles de algunas colonias que están para llorar?. Seguro que la gente lo agradecerá más. Eso no quiere decir que dejen de divertirse, pero a costo mínimo, digo yo.
Y hasta la próxima.




