Imposible no voltear a ver la elección en Sonora, donde se elegirá entre otros cargos el de gobernador, allá precisamente anda Ricardo Gamundi Rosas, ex presidente del PRI en Tamaulipas, y quien dejó tierras cuerudas presumiendo credenciales de colmilludo, imbatible y de ser un imán para la prensa; pero les digo que allá no es ni por tantito la gran figura que fue por estas tierras.
Así es mis queridos boes, Ricardo Gamundi Rosas por principio de cuentas no es delegado del CEN tricolor como sus cuates en Tamaulipas presumían, porque el delegado es Raúl José Mejía González.
Tampoco aparece como delegado especial, pero de que anda en aquel estado norteño, gobernado aún por Guillermo Padrés, eso si es cierto, pero sólo se le identifica como funcionario del PRI nacional.
Pero decía que allá Gamundi, El Negro, como le dicen y como a él dicen que le gusta, lo más que ha logrado es figurar en una denuncia en contra de la candidata Claudia Pablovich por presunto desvío para la compra de votos en la que los panistas lo incluyeron como copartícipe.
Por lo de más, el jarochotamaulipeco no es ni la sombra de lo que fue por nuestra entidad, allá ni quién le pele la ‘gamundiña’, señal que aquí los periodistas amigos le aplaudían.
Allá Gamundi no es perseguido por los reporteros, no es el que preside las reuniones, no es el que amenaza candidatos, maneja dirigentes de oposición, ni payasea para desviar la atención, porque no la tiene.
Podría decirse que anda de ‘perra flaca’, como me dijo ayer un periodista amigo de un medio nacional que anda cubriendo la campaña de Pablovich ‘debe ser perra flaca, acá nadie lo conoce, no lo pelamos, es más, yo no lo he visto’, me reiteró.
Gamundi no debe estársela pasando muy bien en Sonora, porque su candidata, quien se supone hace dos semanas iba en empate técnico con el del PAN, la mayoría de los días se la pasa desmintiendo, o al menos tratando, las acusaciones que un día sí y otro también salen en su contra.
El último escándalo de la candidata de Gamundi es el que se deriva de las grabaciones que presentó REFORMA en el que se escucha a la también senadora haciendo gestión para la adjudicación de obras a sus amigos empresarios a los que luego les pide un avión para moverse en campaña.
Antes fue lo del desvío de recursos, también derivado de una grabación donde se escuchan los tratos para tomar dinero para el proselitismo.
En otra ocasión, la senadora tuvo que dar una rueda de prensa en la que habló de su adicción al botox y las cirugías estéticas, de las que se mostró orgullosa que porque no es delito y efectivamente no lo es.
Lo cuestionable es que la candidata, que debe estar bien asesorada por Gamundi que se fue a preparar hasta España y otras latitudes, tenga que estarse tratando de enmendar la plana antes que seguir con su estrategia.
Insisto, Gamundi debe estar pasando malos días allá en Sonora, porque las bronconas que trae su candidata allá, él las podría haber resuelto muy fácil en Tamaulipas donde sí tenía mando en muchos medios de comunicación, harto manejo con los columnistas, mando sobre el gabinete estatal y un cinismo que propios y extraños le aplaudían.
Unidad antisecuestro…
Hoy el gobernador estará en Tampico para arrancar con la construcción de la Unidad Antisecuestro de la zona, lo hará acompañado de Renato Dañes, el zar nacional contra ese flagelo.
El evento es de la mayor importancia para la zona, una de las más afectadas por ese delito en el estado. Obviamente que las instalaciones contarán con las herramientas necesarias para que los agentes especializados puedan dar la batalla contra ese delito.
Por cierto, aunque oficialmente no se informó, se supone que el gobernador estuvo en Tampico en la cena especial del restaurante El Porvenir que reunió a chefs de prestigio internacional y a la que fueron invitados políticos y empresarios.
Marcelino Cisneros, diputado
El dirigente estatal del Partido Verde se lo tiene un poco calladito, pero según la prensa regiomontana, es candidato suplente a la diputación federal por la vía plurinominal de Ricardo Canavati Tafich.
Para no variar, Canavati, entre otras cosas ex alcalde de Monterrey es un priista de hueso colorado y uña afilada que le fue prestado al Verde para que fuera en la primera posición de la Segunda Circunscripción; es decir, tiene amarrada la posición.
Canavati es un tipo carismático, que no se robó el Cerro de la Silla porque no halló dónde ponerlo, pero tiene 72 años y es muy inquieto.
¿Qué quiero decir?, bueno, que Marcelino, el que se peina como Peña Nieto y le gusta que le digan que se parece, puede ser diputado si en el 2018 Canavati quiere ser senador o si se cansa y le deja el lugar y el sueldazo.
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